-¿Cómo
influye la nueva resolución del INCAA 942/2017 con respecto a las posibilidades
de acceder a los créditos y subsidios para nuevos proyectos cinematográficos?
-En principio podemos decir que
está abierta una mesa técnica de negociación donde estamos trabajando en favor
de las pequeñas y medianas productoras que son las que más se ven desfavorecidas.
La resolución 942/2017 apunta a limitar las posibilidades financieras del cine
independiente. Me refiero a películas medianas y pequeñas que son prácticamente
el 80 % de las películas nacionales que se filman cada año.
-¿Con la
nueva resolución se está apostando solamente al éxito de taquilla en términos
de convocatoria de espectadores?
-Si las autoridades ven al cine
como un hecho meramente comercial están desconociendo los valores culturales
que éste ofrece. En vez de quejarse de que se producen 200 títulos que ven
pocas personas, hay que preguntarse el por qué y establecer mejores mecanismos
de distribución. En México la Cinemateca Nacional tiene diez pantallas, donde
el público puede comprar sus tickets a través de Internet como en cualquier cadena
de cines internacionales. En Buenos Aires tenés sólo el Espacio INCAA Gaumont
con tecnología atrasada.
-¿Qué
nos podés decir de las denuncias mediáticas del manejo poco claro de los fondos
del INCAA?
-Hay que exigir que se mejoren
los mecanismos de control. Con las licitaciones publicadas on line en la página
del Instituto Nacional de Cine se terminó la discusión.
-¿Cómo
ves que nos sigamos rigiendo por la Ley de Cine sancionada en 1994?
-Esa ley abrió instancias
impositivas, federales, democráticas y de transparencia que no existen en
ninguna legislación de Latinoamérica. Ningún país de la región tiene una ley de
fomento a la cinematografía tan de avanzada como la nuestra. El dinero que
produce el cine a nivel negocio fomenta al arte audiovisual en la Argentina. En
ese aspecto, el capital cultural es mucho más importante
que el económico.