• 21 de noviembre de 2024, 6:49
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Un peligro más para el Mar Argentino: las exploraciones sísmicas

Por Julieta Bolgeri

Los océanos, mares y zonas costeras cumplen un rol fundamental para el bienestar humano, caracterizándose por la riqueza y la diversidad de recursos renovables y no renovables. El Mar argentino está al borde del colapso, no solo por la pesca fuera de control en el límite de la económica exclusiva sino también por el desarrollo progresivo de la exploración sísmica de hidrocarburos que pone en peligro a los ecosistemas marinos. Este tipo de exploración petrolera es otro factor que abona a la actual crisis climática.

Estos últimos meses se han encontrado ballenas muertas junto a delfines, lobos marinos y pingüinos en las costas de Buenos Aires y Río Negro debido a los sondeos Petroleros. Estos se llevan adelante desde el 2017 en diferentes áreas, como los límites sur y norte del mar Patagónico y en el mar bonaerense. Nuestro país, a través de resoluciones ministeriales, autorizó a diversas compañías petroleras hasta el año 2025 para la búsqueda de hidrocarburos en la plataforma submarina por medio de la exploración sísmica, y además las subsidio. 

Esto permitió un acuerdo entre YPF, Equinor y Shell como socio en el bloque CAN 100, que posee 15.000 km2, ubicado en la Cuenca Norte del Mar Argentino. Equinor será el operador de área y se dividirán con YPF partes iguales del 70% del bloque, mientras que Shell ingresará con el 30% restante. 

Estas compañías ya se encuentran asociadas en el bloque no convencional de Bandurria Sur en Vaca Muerta. De esta forma, ya se confirmó el primer pozo exploratorio para verificar si hay petróleo y sus características. 

                                                    Imagen:  Ubicación del bloque CAN 100

Las actividades de exploración y explotación de petróleo se han llevado a cabo en el país desde mediados del siglo XX, abarcando diferentes cuencas de la PCA (plataforma continental argentina). Las prospecciones sísmicas offshore (instalaciones que se encuentran sumergidas en el mar o en su superficie a cierta distancia de la costa), tienen como objetivo localizar estructuras geológicas en el subsuelo marino, con posibilidad de contener hidrocarburos. Este tipo de exploraciones provocan afectaciones geológicas, y deja a su paso diversos conflictos socio ambientales, que no hacen más que profundizar la grave crisis climática y ecológica que estamos atravesando. 

¿Cómo se realiza la exploración?

La mayoría de estas prospecciones off shore consisten en relevar grandes extensiones marinas mediante la emisión de ondas sonoras extremadamente potentes y de muy baja frecuencia. A través de un buque explorador que arrastra cañones de aire comprimido, se realizan disparos bajo el agua cada 8-20 segundos. Al estallar las burbujas, generan sonidos muy potentes que pueden superar los 250 decibeles. El ruido generado por un solo estudio sísmico, puede cubrir un área de más de 300,000 km2, elevando los niveles de ruido de fondo 100 veces (20 dB), en forma constante durante semanas o meses. Las ondas sonoras viajan al fondo del océano y penetran el lecho marino, y el reflejo o eco de este sonido es captado por sensores que son remolcados detrás del buque de exploración. 

Imagen: buque de prospección realizando disparos sonoros.

Los datos recolectados se utilizan para crear mapas submarinos detallados, que las compañías petroleras utilizan para localizar y determinar los puntos a perforar. El mayor impacto de las prospecciones de hidrocarburos proviene principalmente de los disparos de los cañones de aire comprimido y la contaminación acústica consecuente que se produce durante el periodo del estudio. 

Es necesario recordar que el sonido se propaga a través del agua casi 4,5 veces más rápido que en el aire. La longitud de onda larga y los sonidos de baja frecuencia no se ven afectados por la absorción, dispersión y reflexión, y pueden viajar decenas de kilómetros, según las condiciones ambientales. 

Imagen: A través de un monitoreo satelital, Greenpeace presenta los reportes de posición de los buques de prospección petrolera del Mar Argentino desde abril de 2017 a mayo de este año.

Impactos producidos

En el fondo del mar el sonido es el principal medio de comunicación entre las diversas especies que lo habitan. Muchos animales marinos usan las vibraciones y la intensidad de las ondas acústicas tanto para comunicarse y ubicarse entre sí, como para alimentarse, evitar predadores y refugiarse. Por lo tanto, la producción de ondas acústicas de tan alta intensidad y baja frecuencia en el mar, además de su propagación a miles de metros de distancia, resultan totalmente dañinas para la fauna marina.

El grupo de los cetáceos, como las ballenas  son los más afectados por su compleja estructura social y comportamiento, producto de los continuos estruendos. Que no hacen más que generar en estos mamíferos estrés, cambios en las vocalizaciones, disminución de la búsqueda de alimento y grandes desplazamientos de hábitats. Además, considerando los impactos físicos, el ruido generado por la sísmica puede provocar discapacidad auditiva, lesiones masivas e incluso la muerte por ahogamiento o varamientos.

Imagen: Muerte de ballena vinculada con la exploración de hidrocarburos.

La industria petrolera arrasa con la biodiversidad marina, degradando el ecosistema y favoreciendo al cambio climático. Ya que el océano contribuye a capturar el carbono en dos fases: primero, el dióxido de carbono se disuelve en la superficie del agua. Luego la circulación oceánica lo distribuye por corrientes oceánicas y procesos de mezclado que transportan el dióxido de carbono disuelto desde la superficie a las profundidades del océano. De esta forma, absorben un 50% de este gas, convirtiéndose en los ecosistemas más importantes para la absorción de los gases de efecto invernadero.

¿Es posible una solución?

Este tipo de práctica es el primer paso para una futura explotación petrolífera en el Mar Argentino. En un contexto de crisis climática, no se deberían abrir nuevas fronteras de explotación. Sin embargo, nuestro país también se encuentra en una profunda crisis económica y la producción de energía barata -a través del gas y del petróleo- resulta atractiva. Entonces, ¿Cómo se debe manejar?.

Para empezar, aunque se realicen explotaciones petroleras, se debería comenzar a reducir la dependencia de los combustibles fósiles a través de la transición hacia energías limpias. 

Luego, es fundamental el control y la fiscalización por parte del Estado, sobre todo en las plataformas off shore. La Organización de las Naciones Unidas recientemente dedicó una reunión anual exclusivamente al tema “Ruido submarino de origen antropogénico”, reconociendo que las prospecciones sísmicas en busca de hidrocarburos constituyen una de las principales causas negativas provocada por el sonido humano sobre ecosistemas marinos de todo el mundo. En este sentido, recomiendan enfáticamente una adecuada planificación y ejecución dentro de un marco precautorio, como el monitoreo de los eventuales impactos que las prospecciones causen sobre los ecosistemas según protocolos y estándares internacionales. 

Además, en un informe que desarrolló el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero (INIDEP) en mayo del 2020, indican la prioridad de generar planes de ordenamiento para los diferentes proyectos de prospección sísmica. Estos permiten evaluar la factibilidad de actividades antropogénicas como la pesca y explotación de hidrocarburos, donde se asegure la sostenibilidad de los recursos vivos. Por otra parte, deberán también determinarse los mecanismos de compensación que pudieran corresponder para los actores involucrados si se produce un perjuicio ambiental o pesquero que afecte su economía.

De esta forma, resulta fundamental que se impongan controles desde el gobierno argentino, específicamente la secretaría de Energía, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo y el Ministerio de Ambiente. A través de la resolución conjunta 3/2019, queda explícito que ambos organismos son responsables de la fiscalización del cumplimiento del Plan de Gestión Ambiental, donde se indica cómo deberán contemplarse los aspectos propios de la actividad a desarrollar, el análisis de la sensibilidad ambiental y social del área y  la interacción de las actividades con dicho entorno.

Debemos exigirle al Estado que aborde y controle estas actividades que hoy arrasan con el mar que es de todos.

 Bibliografía:

  • Avendaño, T. R., & Scandizzo, H. (2017). Energías extremas, expresión del Capitaloceno. Ecología Política, (53), 52-55.
  • Chircop, A., Coffen-Smout, S., & McConnell, M. L. (2018). Report on the Work of the United Nations Open-ended Informal Consultative Process on Oceans and the Law of the Sea at Its Eighteenth Meeting, 15–19 May 2017. Ocean Yearbook Online32(1), 725-751.
  • Marina, B. C. G. S. J. (2012). ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL y SOCIAL PREVIO A LA PROSPECCIÓN SISMICA COSTA AFUERA.
  • Allega, L., Braverman, M. S., Cabreira, A. G., Campodónico, S., Colonello, J. H., Derisio, C. M., … & Lutz, V. A. (2019). Estado del conocimiento biológico pesquero de los principales recursos vivos y su ambiente, con relación a la exploración hidrocarburífera en la Zona Económica Exclusiva Argentina y adyacencias. Mar del Plata: Instituto Nacional de Investigación y desarrollo pesquero. INIDEP. 199 p.

Ilustración: Juan Giménez

Fuente: La Vuelta al Mundo

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