• 21 de noviembre de 2024, 6:33
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Totem canadiense en CABA

Por Esteban Ierardo

    Al decidir la Municipalidad de Buenos Aires colocar el nombre de Canadá a una plaza de la ciudad, el embajador de dicho país en ese momento, señor R. P. Bower, tuvo la iniciativa de donar un totem a la comuna, en retribución a tan amistoso gesto.
     Sugirió a compañías canadienses y particulares, interesadas en la Argentina, que organizasen una suscripción voluntaria destinada a costearlo El llamado fue acogido con entusiasmo y el 9 de setiembre de 1964, el totem fue embarcado en Vancouver rumbo a nuestras playas, en la nave S. S. Morrnaciele. (1) 

    El origen de los postes totémicos se remonta a muchos siglos antes del descubrimiento por los europeos, de las costas del Canadá Occidental.
    Esas tierras estaban habitadas por pueblos de pescadores, poseedores de una gran variedad de utensilios y de una economía basada en la explotación marítima. Cazaban tortugas de mar y ballenas; recogían mariscos y algas marinas y atrapaban toda clase de peces utilizando arpones, anzuelos, redes y trampas.
    Usaban las maderas de los bosques adyacentes y sus grandes casas rectangulares eran las mejores del continente. Sus canoas largas, gráciles y veloces, les permitían un rápido desplazamiento para la explotación de la pesca.
    La fibra blanda y recta del cedro rojo les facilitó la expresión plástica del tallado, siendo el totem una de las creaciones más originales de estas culturas.
    Las figuras que en él se representan son tomadas de la mitología indígena, basada en el concepto animístico de la naturaleza. Creían que no había nada en ella que no estuviera dotado de un espíritu.
    Las representaciones más comunes eran el águila, el halcón, el oso, el lobo, la ballena, el sapo, el castor y el ave trueno (ser, que se convirtió en hombre y engendró un hijo, que al ir al cielo, controla los truenos y los relámpagos). 

    En sus mitos, estas criaturas adoptan formas antropomorfas. Por eso las tallas tienen apariencia humana, con ciertos rasgos distintivos que las individualizan. También pueden representar personajes tradicionales a los que se les atribuye el origen de las familias o clanes.
     El uso de dichas figuras en escudos, frentes de casas y objetos en general, contribuyen a la identificación de los clanes. Cada miembro del clan puede ilustrar cualquier personaje o hecho pertenecientes a las tradiciones del grupo al que pertenece.
    Existen gran variedad de postes totémicos que se clasifican de acuerdo con su finalidad. Están los postes caseros de carácter portante, sostenedores de las vigas de las casas; los postes caseros frontales, ubicados en el frente de ellas enmarcando la entrada, y los postes conmemorativos y heráldicos, apartados de las viviendas, adornados con el escudo de su dueño o predecesor. A este último grupo pertenece el totem de la Plaza Canadá.(2)

    Pertenece al clan Geeksem, de la tribu "Kwakiutl". Contaremos ahora su origen mítico.
    Esto ocurrió hace milenios, después de la "gran inundación", al gigantesco Geeksem, que era la cabeza rectora, el patriarca de los "primeros hombres", uno de los clanes más poderosos de la tribu de los Kwakiutl, en la isla de Vancouver, bien al norte, frente
al océano borrascoso. 

   Un día Geeksem escuchó un graznido "...en realidad que un graznido fue un grito humano, estentóreo, prolongado, penetrante; fue el grito de un Hohoq, ave mítica de largo pico que moraba en la casa del espíritu caníbal. Al grito de Hohoq, siguió el llamado agudo, estridente de un águila, y el de otros animales del bosque y del mar. De este modo, en medio del estrépido, Geeksem, se enfrentó con un totem cuya altura se perdía entre las nubes, que acababa de aparecer en las playas, surgiendo del mar, precedido por un hombre más alto, más corpulento que el propio Geeksem, a quien expresó solemne, con voz más densa y ululante que la borrasca: "vengo de lo más profundo, de la noche del tiempo, en tu busca ¡Eres el escogido! Estas figuras que forman el totem serán únicamente exhibidas por ti y tus descendientes. Obsérvalas con atención. Las mostrarás en el orden que las ves, durante los festivales y ceremonias de tu clan, sobre todo los que tengan lugar en el "gran momento helado" (referíase al prolongado invierno del Norte Canadiense cuando mar y tierra, forman una sola llanura blanca). ¡Venera al totem y al espíritu del totem, cuidará de ti y de los tuyos!".
    Desde entonces los postes totémicos fueron símbolo y protección del clan de los Geeksem y se los reconoce por las siete figuras principales que forman la talla de cedro y que en orden descendente son: el águila, el león marino, la nutria marina y un pez (la ballena); luego el castor, el ave caníbal (hok-hok) y el hombre (el jefe). 

    Una réplica del totem aparecido a Geeksem, después de la "gran inundación" es la que poseemos nosotros. Está hecho de madera de cedro rojo. Su altura es de 21,50 m; veinte metros corresponden a la parte tallada y el 1,50 m restante, a la base que se introduce en el suelo. Pesa cuatro toneladas. Su diámetro es de un metro en la base y disminuye hasta 0,60 m en la parte más alta. Fue realizado en seis meses por un equipo de tallistas indígenas de la tribu Kwakiutl de la isla de Vancouver, quienes trabajaron por cuenta del Museo Provincial de la Columbia Británica en Canada. (4)
   Todas las figuras están talladas geométricamente y policromadas, alternando tres colores base: rojo, blanco y negro. Se respeta la forma cilíndrica del tronco del árbol que le da origen, condicionando en este caso el material a la forma resultante.
    La Embajada de Canadá ha dado precisas instrucciones a la Municipalidad sobre el mantenimiento al que debe ser sometido regularmente el totem. Debe ser repintado con una pintura a prueba de humedad y con varias capas para cerrar los poros de la madera, además de aplicarse un fungicida de buena marca, tanto en la parte inferior, hasta un metro de altura, corno bajo el suelo y también a la parte apoyada sobre la base de cemento. Estas aplicaciones deben repetirse cada cinco años. (5)

   El totem está ubicado en el centro de un gran estanque rectangular, alimentado por varios grifos.
    La inauguración se llevó a cabo el día 6 de marzo de 1964. Asistieron a la ceremonia el Intendente Municipal, Francisco Rabanal, el encargado de negocios de la Embajada de Canadá, señor E. A. Belemare, el Embajador de ese país en Japón señor Richard P. Bower, los embajadores de EE.UU. y Gran Bretaña, los jefes de las misiones diplomáticas de Alemania Occidental, Líbano y Costa Rica.
    Habló el comodoro Aubone Quiroga, presidente del Instituto de Cultura Argentino-Canadiense que expresó: "El Instituto Cultural Argentino-Canadiense se adhiere a esta fiesta de reafirmación americana como si fuera una fiesta propia, para celebrar la instalación del totem que, salido de la boscosa costa canadiense del Océano Pacífico se planta en la desembocadura del Río de la Plata, mirando la inmensa pampa argentina". Recordó que dos años atrás Buenos Aires había recibido los típicos árboles canadienses ". . .que ya han hundido sus raíces en alegórica decisión de noble confraternidad".

   ...Fuegos artificiales dieron luego un marco de brillo y colorido a la ceremonia. Posteriormente el ballet folklórico de Ismael Gómez, ofreció una serie de danzas y canciones de nuestra tierra qué seguidas por un espectáculo de danza moderna a cargo del conjunto dirigido por Cecilia Bullaude, que presentó la obra: "El tango del ángel’, con música de Astor Piazzola. (6) 

   Gracias a este país amigo, contamos en esta polifacética ciudad con este símbolo ancestral, tan caro a la tradición canadiense. De esta manera, se recorta contra el cielo una enhiesta aguja tricolor, que nos permite acercarnos, todavía hoy, a las últimas muestras artesanales de los grupos indígenas cuyas costumbres y creencias se van perdiendo irremediablemente en contacto con la civilización. (*)


Foto: Andrés Manrique

(*) Fuente: María del Carmen Magaz y María Beatriz Arévalo, Plaza San Martín (y otras),  Municipalidad de Buenos Aires, Instituto Histórico de la Ciudad, 1985.

Citas:
(1) Archivo M.O.A. Expediente Totern Canadiense.
(2)Archivo M.O.A. Expediente Totem Canadiense.
(3) Clarín Revista. Domingo 124-64.

(4) Revista "Guía Cultural de Buenos Aires". 

(5) Archivo M.O.A. Expte. Totem Canadiense.
(6) La Nación 7-3 64, pág. 7, col. 4.

Fuente: Temakel

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