Ayer nuestra Web cumplió un año.
Esta celebración viene con el regalo de las gratitudes,
fundamentalmente a los lectores. Este portal fue concebido para los que leen en
tiempos de 140 caracteres. Si nunca le dí importancia a la primicia, mucho
menos ahora. En principio, porque hay portales estupendos que funcionan
como agencias de noticias on line y te mantienen informado rápidamente. No imaginan cuánto lo agradezco, porque me permiten bucear en los contextos
socio-culturales y políticos que suelen dejar marcas históricas indicativas de
esas informaciones que, a veces, se concretan en hechos décadas después. Esta
nueva etapa neoliberal no es a-histórica, aunque tiene matices diferentes que
tratamos de pensar juntos.
Párrafo aparte en cuanto a agradecimientos es el que dedico
a los colaboradores eventuales –los valiosos Martha Herring desde Sydney, Juan
Roberto Presta, más recientemente la Dra. Isabel Marazzina, psicoanalista
residente en Brasil desde hace años, Rodolfo Braceli, Hugo Paredero, Alfredo
Grande y muchos más-.
Gratitud especial al valiosísimo amigo Jorge Elbaum que cada
semana de este año colaboró gratuitamente -como todos- sin faltar nunca. Cada
aporte suyo movió neuronas y emociones. Así como jamás perdono una defección, sostengo gratitud eterna hacia las presencias y ayudas concretas cuando arrecia la intemperie
Sin nombrarlos, porque ellos no lo querrían y yo no los
expondría, las gracias de siempre a lxs amigxs y familiares que me sostuvieron
de todas las formas posibles. Sobre todo amándome, pero el amor es “de gratis”
y así se retribuye.
La tecnología
Herramienta imprescindible que me obligó a adentrarme en un
discurso decididamente nuevo. Si por mí fuera, lo usaría con las limitaciones
con que se usan las redes. Lleva tiempo y la sobreinformación requiere pausas
para no embrutecerse: los libros, el arte, las conversaciones con otros, los
abrazos con los vínculos importantes, el cine, el movimiento…Sería largo, pero
todo aquello que dá placer no lo encuentro en el discurso binario y, además, detesto
la dependencia. En gran medida y contra reloj esta web necesitó del desarrollo
de un especialista, pero la lectura, búsqueda, selección y edición fue tarea
solitaria.
El que lea este saludo de cumpleaños debe saber que
desarrollar las funcionalidades de una Web depende de la cantidad de dinero
disponible para hacerlo. Parte del aporte de los anunciantes se tiene que
reinvertir en tecnología. Como no ha sido mi elección pedirte a vos que aportes
a través de suscripciones, es obvio que el costo de hora humana de trabajo
aumenta. No juzgo las suscripciones negativamente y hasta es probable que lo
tenga que hacer, pero aunque el dinero ingresado sea escaso, todavía elijo no
pedirte.
Apoyos publicitarios
Habida cuenta de lo dicho antes, gratitud aparte para los
anunciantes que ves en este portal -¡cómo me gusta esa palabra!: portal, una
sonoridad cargada de promesas de encuentros con misteriosos tesoros. Si estás
leyendo esto y sos oyente o televidente, sabés que cuando la belleza aparece,
interrumpo lo que estoy escribiendo y la dejo pasar. Es mi filtro. Cada unx
utiliza el filtro que mejor le hace.
Sigo con esta carta a amigxs para agradecerte a vos por leer
–además de admirarte por hacerlo-, con el agradecimiento a los anunciantes que
apoyaron sin esperar estadísticas. El tipo de anunciante que sabe unir su
nombre, empresa, asociación, a la credibilidad y el prestigio.
Por eso mi reconocimiento a los que no esperan estadísticas,
sino que sostienen valores escasamente difundidos. Entonces, gracias al Centro Cultural de la Cooperación, Colegio Público de Abogados de la Capital
Federal, Municipalidad de Avellaneda y a Movistar.
Los más avisados notarán que entre anunciantes hay
diferencias de posturas ante la realidad. Sin embargo, la inteligencia de la
diversidad los muestra en armónica convivencia.
Nada más, nada menos.
Gracias otra vez. Va un fuerte abrazo a vos, que
me estás leyendo. El “público” es una categoría que indiferencia. Exactamente
lo contrario del amor
Abrazo largo, cálido, agradecido e intenso a vos, sí, que seguís
siendo tan importante.