Publicado el 20 may. 2018 | Cultura
La Boca en 1905 no era un lugar turístico ni mucho menos, era un barrio pobre con muchos conventillos donde vivían los que trabajaban en el “mar”, en realidad el Río de La Plata y el Riachuelo, que en aquel momento era navegable. La mayoría eran inmigrantes italianos y entre ellos predominaban los genoveses, por eso además del castellano se hablaba mucho italiano y el dialecto genovés es decir el Xeneize.
En ese marco, un
grupo de adolescentes se juntó en un banco de la Plaza Solís, después que el
padre de Esteban Baglietto (uno de esos muchachos) los echara de su casa
“porque hacían mucho barullo”. Era el 3
de abril de 1905 y los chicos estaban decididos a fundar un club de fútbol y
vaya si lo lograron, fundaron nada menos que el Club Atlético Boca Juniors,
adoptando el nombre del barrio y una palabra inglesa que se puede traducir como
hijos o jóvenes.
Además de
Baglietto, los jóvenes bochincheros eran los hermanos Juan y Teodoro Farenga,
Santiago Sana y Alfredo Scarpatti y eran todos compañeros de lo que hoy es el
Colegio Carlos Pellegrini y en aquel momento era la Escuela Superior de
Comercio y todo admiraban a su profesor de educación física, el irlandés Paddy
MacCarthy que les había inculcado su amor por el deporte de “los ingleses
locos”, es decir les había metido en la sangre la pasión por el fútbol.
Estos chicos
nombraron a Esteban Baglietto como primer presidente, pero como era menor, a
los pocos días fue nombrado Luis Cerezo en su reemplazo. Hubo cuatro camisetas,
antes de adoptar la definitiva y la primera fue con fondo blanco y rayas muy
finitas negras, confeccionada por la hermana de los Farenga, que era modista,
hubo luego una celeste, otra azul y más tarde una con líneas finitas blancas y
azules, hasta que en 1907, Juan Rafael Brichetto (que había sido presidente en
1906 y lo volvería a ser entre 1910 y 1913) que trabaja en el puente sobre el
Riachuelo, propuso poner los colores de la bandera del primer barco que cruzara
el puente y fue un barco sueco y allí quedó definido el azul y oro.
Así se fundó uno
de los grandes del fútbol argentino, un equipo que nunca salió del barrio (como
si lo hizo su clásico rival River Plate), salvo en un breve período entre 1914
y 1915 que tuvo que mudar su cancha a Wilde. Está en la calle Brandsen desde
1924 y en 1940 se construyó allí “La Bombonera” hecha por el ingeniero José
Luis Delpini, una verdadera obra de arte, con un sistema que el cemento
tiembla, como si fueran tablones de madera, que era lo que tenían hasta hace
muy poco la mayoría de los estadios de Argentina. Un estadio con una gran
acústica que lo hizo famoso en todo el Mundo.
La historia de Boca es muy rica, tanto en el
amateurismo como en el profesionalismo del fútbol argentino y también a nivel
internacional desde la exitosa gira europea de 1925 hasta estos días. En el
amateurismo ganó 6 campeonatos (1919; 20; 23; 24; 26 y 30) y en el
profesionalismo lleva 26, con la Superliga 2017/18 recientemente ganada. Posee
18 copas internacionales desde aquella Libertadores de 1977 que ganó con Juan
Carlos Lorenzo de técnico y con Hugo Orlando Gatti atajando los penales ante
Cruzeiro. En total se contabilizaron 66 estrellas, entre títulos locales, copas
y torneos internacionales, contabilizando que en 1925 la AFA le dio la “Copa de
Honor” por su exitosa gira.
Desde Roberto
Cherro “Cabezita de Oro” a Juan Román Riquelme,
pasando por Ángel Clemente Rojas, Antonio Rattin y Diego Maradona. Son
innumerables los ídolos de Boca, por eso vamos a nombrar una treintena y
seguramente seremos injustos con muchos más. En principio digamos que el goleador histórico
de Boca es Martín Palermo con 236 goles (superando a Cherro que marcó 221) y
que el jugador que actuó más veces con esa camiseta fue Roberto Mouzo con 425
partidos. Pero el primer ídolo fue Pedro Calomino “Calumín” en 1911 y lo
siguieron entre otros Américo Tesoriere (que hasta tiene un club con su
nombre); Domingo Tarasconi, el nombrado Cherro; Francisco Varallo “El
cañoncito” que vivió 100 años y vio como
Palermo superaba su récord de goleador en el profesionalismo que era de 194
goles y dijo “Mi nieto o mi bisnieto va a recuperar el récord para la familia”;
Delfín Benítez Cáceres “el machetero paraguayo”; Natalio Pescia “El leoncito”;
el uruguayo Severino Varela, que jugaba con una boina en su cabeza; Antonio Ubaldo
Rattin, el brasileño Paulo Valentín; Silvio Marzolini, Ángel Clemente Rojas
“Rojitas”; Alfredo Rojas “el tanque”; Antonio Roma; Mouzo, Hugo Orlando Gatti; Julio Meléndez
Calderón, un defensor peruano de una calidad incorparable; Rubén Suñé, Mario
Nicasio Zanabria; Diego Armando Maradona; Hugo Perotti, Enzo Ferrero; Sergio
“Manteca” Martínez, Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermudez, Mauricio Serna;
Juan Román Riquelme; Fernando Gago; Carlos Tevez y se podría seguir varias
páginas nombrándolos.
Boca tiene una
historia riquísima, siempre ligado al barrio de donde nunca se fue y para
explicar sus 113 años de vida se podría escribir una enciclopedia en varios
tomos, nosotros quisimos hacer un pequeño resumen, sobre todo de su fundación,
hecha por cinco adolescentes que solamente querían jugar a la pelota.