• 21 de noviembre de 2024, 6:55
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Fútbol y literatura, un combo exitoso

Por Juan Roberto Presta

Durante muchos años, casi un siglo, el fútbol no se llevó bien con la literatura. Los intelectuales lo consideraban un acontecimiento menor, más cercano a la barbarie que a la civilización. Fueron muy pocos los escritores que se animaron a tocar el tema en sus textos y quizás el más importante fue el premio Nobel de literatura 1957, el francés de origen argelino, Albert Camus quien acunó varias frases que tomarían carácter de célebres: «El fútbol es el pretexto que tienen los pueblos para odiarse sin llegar a matarse» y “Todo lo que aprendí de moral se lo debo al fútbol”.

En la Argentina los literatos despreciaban el fútbol y en la primera mitad del siglo veinte, sólo Agustín Cuzzani con su obra de teatro «El centroforward murió al amanecer» abordó el tema de la pasión nacional por excelencia. El mismísimo Jorge Luis Borges decía no entender «como veintidós tipos corrían atrás de una pelota» y hasta propuso que le dieran un balón a cada uno de los futbolistas.

Así las cosas, la literatura y el fútbol sufrían en nuestro país un alejamiento en el que parecían mirarse cada vez más lejos, hasta que aparecieron Osvaldo Soriano y Roberto Fontanarrosa, dos escritores con talento suficiente para que se tomase al fútbol como una vertiente válida a la hora de sentarse a escribir.

Apasionados

Ellos, dos apasionados del fútbol, Soriano con su San Lorenzo querido y el «Negro», rosarino «canalla» de pura cepa, demuestran que el balón y todo lo que conjuga es cultura y sus cuentos no sólo son un éxito editorial, sino que son irreprochables a nivel intelectual y literario por lo que trascienden las fronteras de ambos sectores, fútbol y libros. Terciando con ellos Alejandro Dolina, un filósofo, humorista, literato, artista que escribió maravillas como el de la elección de los jugadores en un picado y el del relator que inventaba partidos.

En diciembre de 1995, Alejandro Apo empieza en radio Continental un programa los sábados por la tarde para cubrir el bache del verano. Tanto, que lo llama, parafraseando un cuento de Ray Bradbury: «Todo el verano en un día». El programa se transforma en un éxito que todavía hoy mantiene el formato, tuvo que cambiar de nombre por el de «Todo con afecto», allí empezaron a tener difusión cuentistas como Eduardo Sacheri, hasta ese momento desconocido y que ha logrado, por ejemplo, que su relato «Esperando a Tito» sea hoy tan célebre que el director cinematográfico Juan José Campanella quiera filmar con él un largometraje. Esos cuentos se suman a los de Fontanarrosa, Soriano y el uruguayo Eduardo Galeano, el célebre escritor de «Las venas abiertas de América Latina», quien en 1995 edita «El fútbol a sol y sombra», un homenaje literario al deporte más popular del Río de la Plata.

Ediciones de la Flor reedita constantemente a Roberto Fontanarrosa, quien después de fallecido, en julio de 2007, se ha transformado en un autor de culto para el cada vez más numeroso público que se zambulle en la literatura futbolera; sus novelas «Best Seller» y «El área 18» y sus cuentos están entre los más leídos de la última década. Los cuentos cortos de Osvaldo Soriano son muy buscados por los jóvenes en internet, sobre todo «El penal más largo del mundo» y la recopilación hecha bajo el título de «Arqueros, ilusionistas y goleadores».

En 2003 nace Al Arco, una editorial dedicada totalmente al tema deportivo y especialmente al fútbol, creada por dos periodistas con formación deportiva como Julio Boccalatte y Marcos González Cezer. Aparece con un libro de once cuentos que se llama «De puntín» que tiene dibujos de Fontanarrosa, prólogo de Jorge Valdano y contratapa de Eduardo Galeano.

Historia y ficción

La editorial publicó en seis años 35 títulos de ficción, ensayos, biografías e historia. El último de ellos es «Futbolistas con historia(s)» del editor de deportes del diario La Nación, Cristian Grosso, que cuenta anécdotas inéditas que marcaron la vida de futbolistas famosos. Éste es el segundo libro de Grosso con esta temática, y que permite descubrir ribetes inéditos de la carrera de futbolistas con carácter de estrellas como Gago, Sergio Agüero, Duscher, Fabricio Coloccini, entre un par de decenas más, todos, de destacada trayectoria.

Cada club tiene su historiador y con mucho esfuerzo se editan anualmente no menos de 20 libros de los comienzos que van desde los mitos y leyendas hasta la historia de algún club de Primera C o de la D. El último editado en esa condición fue el del periodista Diego Estévez, quien abarcó en 160 páginas los «140 años de historia del fútbol argentino», eligiendo hechos y anécdotas que marcaron hitos.

En un momento en que Internet está reemplazando en muchos rubros al papel impreso, los libros sobre temas de fútbol están en auge y siguen mostrando la importancia que tiene este juego-deporte-negocio-pasión en la vida de los argentinos.

Foto del Negro Fontanarrosa: www.radionacional.com.ar

Fuente: Liliana López Foresi

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