• 21 de noviembre de 2024, 6:58
Inicio | Cultura

Experimentar con el sonido en los confines

Por Maximiliano M. Gómez

 Daniel Melero es uno de los músicos de mayor inquietud experimental en América Latina. En su camino singular, la canción de sonoridad rock se amplia y trasmuta en ambientales flujos sonoros. Aquí, una aproximación al mundo sonoro y explorador de su última obra Recolección vacía. Una lámpara inquisitiva que busca rasguñar una realidad no habitual mediante las incisivas uñas del sonido.

Esteban Ierardo

 

 

  Introducción
   A partir del disco-texto Recolección Vacía, donde Daniel Melero reflexiona sobre la música, desde la generación de sonidos, la tecnología, hasta los aspectos artísticos.

  Daniel Melero, artista emblemático y polémico en el ámbito del rock argentino a partir del comienzo de los años ochentas hasta nuestros días, realizó en 1992 un disco llamado Recolección Vacía. Allí, hace un muestreo de diferentes composiciones que llevaba a cabo en ese momento, con una simultánea charla registrada, una dialéctica entre lo que Daniel Melero quiso hablar y lo que el periodista Pablo Schanton le hizo decir, como la define en el booklet del disco.

En su introducción, hace presente su visión de lo que él hace son "aserciones artísticas con formato teórico".

 

Hacia las naturalezas de los sonidos
    Melero entiende "que cualquier configuración sonora puede ser parte de una música, a menos que tu música sea el silencio y el señalamiento que suceden alrededor de (como alguna obra de John Cage); para hacer música hay que producir una determinada acción"1 La generación de sonidos implica una creación. Esta generación muestra que los sonidos poseen una preexistencia como naturaleza. Melero encuentra que en la actualidad, estas creaciones están tomadas de una nueva naturaleza, la eléctrica y la electrónica, para que en su combinación produzcan música. Asevera que antes también los sonidos provenían de la tecnología más alta del momento. "A nadie se le ocurre pensar que alguna vez hubo bosques de trompetas", dice.

Esta configuración de otras naturalezas, diferentes y nuevas, hace pensar en la cuestión de mundos posibles, paralelos al mundo actual.

  Según el Dr. Benenzon en Musicoterapia: de la teoría a la practica, la naturaleza juega un aspecto importante en la vida del hombre, ya que produce estímulos vivenciales importantes para el ser humano, sobre todo para el que vive en grandes ciudades. Benenzon se lamenta de que muchos niños viven sin llegar a experimentar un encuentro con la naturaleza. En coincidencia con lo aseverado por Daniel Melero, dice: "La naturaleza posibilita la creatividad de sonoridades y la fabricación de instrumentos con los propios materiales que se encuentran en ella".

En realidad existen diferentes naturalezas de las cuales no nos damos cuenta que pueden alimentar el mundo de los sonidos, incluso nuestro cuerpo es un gran universo de sonidos: "El sonido corpóreo, se encuentra desde la fecundación de un óvulo produciendo en su propia dinámica, el movimiento, la vibración y el sonido".

Desde el campo terapéutico de la musicoterapia, la música electrónica se la evalúa con precaución porque hay contraindicaciones para su uso, ya que "si pensamos que hay sonidos con propiedades alucinógenas muy similares a las de las drogas, advertimos entonces la peligrosidad de su uso inadecuado", como también efectos de atemporalidad dado que  los pacientes expuestos a dicha música pierden la noción del tiempo en diversos experimentos.

     Además, Benenzon encuentra que:"El desarrollo tecnológico cultural llevará a la aparición de los aparatos electrónicos que van conformando un mundo propio y peligroso en la medicina en que éste se aleja del origen humano. Estos peligros son: el aislamiento y el condicionamiento del ser humano, que anulan gran parte de su sistema de percepción".

 

Nuevos Instrumentos
Sampler
   En otro momento del texto, Daniel Melero encuentra que los mejores instrumentos son los que permiten que uno pueda ser su propio luthier sonoro. También Benenzon afirma que todos los instrumentos tiene origen en el propio cuerpo del hombre. Con la llegada del sampler, los compositores no-músicos, como pueden ser los dj´s, tuvieron al sampler como primer instrumento. Esta máquina digital permite captar fielmente cualquier clase de sonido y procesarlo posteriormente como si fuera una forma de onda almacenada en la memoria interna de un sintetizador. El digital sampling music computer  "es en potencia el instrumento musical más posmoderno inventado hasta ahora".

   El método personal de Daniel Melero para su forma de generar sonidos, comienza con borrar o destruir los sonidos que alguna vez ya usó. Generalmente utiliza dos fuentes de producción para generar los sonidos:

   *Por un lado, son obtenidos los sonidos por "ondas" analógicas, digitales o sampleadas, con su instrumento, un sintetizador Yamaha.

   *Por otro, utiliza un DAT (grabador digital) para extraer sonidos ambientes o simplemente ruido, para luego también someterlos al sampler.

    Además, ambas fuentes pueden llegar a ser puestas en fusión al transformar los primeros sonidos con los segundos.

   Con respecto a este nuevo tipo de tecnología, Melero ve que algunos nuevos movimientos musicales pudieron haber aparecido antes porque la tecnología ya estaba dada (el sampler fue inventado en Australia en 1975). Pero este cambio estético no se dio todavía, porque la aparición de un instrumento implica una nueva estética que hay que ir explorando.

   Para Daniel Melero, "el sampler es una esponja sonora que te convierte en una suerte de Marcel Duchamp: cuando modificas una música ajena es como ponerle bigotes a la Gioconda, y cuando capturas sonidos del ambiente es como hacer un ready made"

    El sampler tiene aspectos contradictorios porque funciona de forma diferente a los "aparatos" convencionales. Tiene como parámetro la libertad de los sonidos; tiene en cuenta cómo los sonidos pueden cambiar hasta las tonalidades en real-time, generando una mayor hibridez. Pero también tiene sus esquematismos.

 

Des-Composición
Melero se considera un artista informado sin formación; esto es: la formación está ligada al Dogma y la Academia, a lo que discierne lo que es bueno y lo que es malo. A partir de allí, cuanto más formación uno pueda llega a tener, es menor la posibilidad de cambiar los rumbos, de "deformarse". En su caso, trata de manipular las informaciones constantemente. La cuestión es convertir cualquier elemento de la cultura como disparador.

   Desde que trabaja con el sampler, Melero tiene incorporada la idea de reapropiación, ya que la música producida termina construyéndose con retazos musicales o sonoros producidos en su mayor parte por otros intérpretes, algo común en nuestros días que en los booklets se hagan menciones que existen fragmentos de tal o cual tema. Melero se considera más cercano a un "pinchadiscos" que a un instrumentista.

   A la hora de componer, encuentra acabada la idea del formulismo de la canción con versos, estribillos, puentes, solos y repeticiones, prefiriendo los sistemas de trabajo que permiten "estar cómodamente perdido". Melero usa métodos de trabajo que logra mutar para no caer siempre en lo mismo, para no caer en formulas estereotipadas.

   Por otra parte, para Melero el pop tiene un aspecto muy interesante que es la revalorización de cualquier forma de arte en cosas que ya han sido asimiladas al punto de no ser reconocida como parte de la estética.

 

Los Experimentos Revolucionarios
   Hay ciertos experimentos artísticos que se presentan como extremos porque presentan ruidos como material, pero vienen acompañados por tantos manifiestos y pretextos que obligan a un solo modo de interpretación y a una sola forma de escucharlos. "Están tan cargados de tantas intenciones como el peor hit de radio y quizás sea preferible una mala melodía que una cacofonía como conciencia social".

   Según Melero muchas veces el llamado experimentalismo sonoro terminan siendo música no revolucionaria con textos a favor de la revolución. La música así, no tiene el efecto que los supuestos revolucionarios buscan. Por esto dice: "En el caso que la música fuera realmente terrorista, sucedería lo mismo, dejaría de ser revolucionario porque quedaría anquilosada;  una vez conseguido el objetivo, la obra quedaría exhausta, se moriría".

 

Comunión
   Daniel Melero prefiere que la música sea en comunión y no en comunicación, ya que un artista, cuando produce una obra, es transportado a un mundo que es simbólico, y  los receptores de esa obra no siempre se dirigen hacia ese mundo simbólico. "La comunión es un acuerdo de integración al juego que vos crees que la obra te propone". Para Melero, en la comunión se puede interpretar. El receptor de la obra puede interpretarla y jugar con ella.

 

¿Artistas para siempre?
  A Daniel Melero le parece que, por lo menos en el ámbito de la música, muchos son artistas durante un periodo dado y luego se convierten en músicos, "No se es un artista todo el tiempo, y menos hasta la muerte" ejemplificando con Brian Eno, a él le parece que le sucede esto, ya que en un momento dado creó técnicas liberadoras de las que hoy en día esta preso.

  Brian Eno, artista que tocó en agrupaciones como también solistas (Roxy Music, David Bowie, Robert Fripp entre otros). Como productor, desarrolló durante fines de los años setenta y principio de los ochenta, concepciones para hacer música experimentando desde la perspectiva del no-músico. Esta vision la expreso en Apollo:Atmospheres & Soundtracks, Music for films y Music for Airports. Se convirtió así en el padre de la música ambient.

  Para Melero, la libertad como parámetro se va corriendo constantemente. Por eso, las investigaciones de Eno como no-músico de hace dos décadas hoy ya pertenecen a la genética del rock de nuestra actualidad. "Lo que para entonces era un mecanismo de libertada máxima, debe ser, ahora, el punto de partida para cualquier artista joven".

"La mayoría de los músicos profesionales cree que la música sólo tiene lugar cuando se la ejecuta. Yo prefiero no tocar música, sino dejar que ocurra." Y continúa:

  "Irse por las ramas –alejándose del tronco y de las raíces- para encontrar que allí también puede haber belleza me resulta fundamental como actitud de trabajo".

 

 La creación como constante tabula rasa   
  Daniel Melero es un claro ejemplo de una tabula rasa, del cambio constante en la creacion musical. Melero cuestiona a los Dogmas porque encuentra que se vive un momento de reproductibilidad del pasado.

  En esta creación mediante la tabula rasa, el sampler es el principal instrumento.  

   El sampler es aún un instrumento poco explorado. Su poder de innovación y ruptura no está ajeno a contradicciones. Una contradicción que nos puede hacer recordar a la contracultura rural de los sesentas. Una contracultura que era romántica, anticientífica y antitecnológica, pero que fue "simbolizado por la guitarra eléctrica". (*)

 

(*) Fuente: Versión parcial del trabajo realizado por Maximiliano M. Gómez en el contexto de la materia Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires en el año 2002.

 

Algunas de las fuentes bibliográficas empleadas:
-Benenzon, Rolando. "La naturaleza"/"Instrumento Corporal"/"Instrumentos Electrónicos"/ "La música electrónica" en el libro Musicoterapia: De la Teoría a la Practica, Editorial Paidós, Buenos Aires,2000.

-Sterling, Bruce. "Prólogo" en el libro Mirrorshades: Una antología ciberpunk, Ediciones Siruela, 1998.(bolsillo)

-Sarlo, Beatriz, "El lugar del arte" en el libro Escenas de la Vida Posmoderna, Editorial Ariel, Buenos Aires,2001.

-Cuartas, Marco Antonio  Juan de Dios. Definición de sampler en La Tecnología como instrumento en la música popular electrónica: hacia una definición de Hibridismo Tecnológico, Universidad de Oviedo, (http://inicia.es/de/mondopop/Marcoantonio.rtf)

Cultura