"...algo para mascar no nos va a faltar, nos
pondremos tapaderas que tejerán nuestras mujeres y sinó andaremos en pelotas
como nuestros paisanos los indios. Seamos libres lo demás no importa nada"
José de San Martín. Bando al Ejército de Los Andes. Nueve de Julio de 1817
En pelotas:
Primera escena: El convertible:
auto descapotable que tuvo su época dorada en los años 50: generalmente un
buick, amarillo, que permitía lucirse en la plaza de algún pueblo o circular
por las avenidas de Bs. As. para admiración de hombres y mujeres. Pieza de exhibición que permitía llevar a una rubia platinada con
ropas y zapatos rojos acompañando al galán para admiración y para, también
ellos, convertirse en galanes o estrellas imaginarias de Hollywood.
Segunda escena: un trozo de la letra de un tango: "En tu
esquina criolla cualquier cacatúa sueña con la pinta de Carlos Gardel" (de
"Corrientes y Esmeralda") y entonces nos encontramos a Jorge Vidal,
cantor popular en las décadas del 50 y del 60, con la pinta de Gardel y su
misma forma de peinarse: pelo negro estirado y peinado "a la gomina".
Otra: otro cantor de tangos: Horacio Deval: ya no era la "pinta" ni
la forma de peinarse sino la voz: "casi" iguales: ellos podían
convertirse en la imagen y la voz del ideal. Orquestas de tango,
"típicas" como las llamaban, que de un día para otro su director
trocaba su "esencia" y transformaba a todo el conjunto musical, así
como el fraseo y los acordes en el "otro": el ideal. Un ejemplo: Florindo
Sassone que se "convierte" en Carlos Di Sarli.
Tercera escena: el circo, para más datos el circo criollo:
todos saben que éste es una creación argentina, al igual que el dulce de leche,
el tango y otros inventos que andan dando vueltas por ahí. Bien, el circo
criollo es llamado el circo de dos pistas, en una de ellas actúan los artistas
clásicos del circo: ecúyeres, trapecistas, malabaristas, payasos, etc. En la
segunda pista, y este es el "invento", comienzan a representarse, desde
alrededor de 1870 obras que se inauguran con la pantomima "Juan
Moreira". Así llamada porque en sus primeras versiones era acción sin
palabras, texto que es incorporado por los hermanos Podestá y que dará origen a
la representación y a lo que se considera el origen del teatro nacional: es
sobre un dato curioso que quiero detenerme: la representación de Juan Moreira
se basa en un folletín escrito por Eduardo Gutiérrez para el periódico "La
Nueva Argentina" en el año 1872, se
sustentaba en hechos reales que le habían sucedido a un cuchillero y hombre de
confianza de Valentín Alsina y lo que le acontece al caer en desgracia: la
muerte por traición. Gutiérrez
utiliza este argumento para escribir, en forma folletinesca, una versión
novelada de las aventuras de este gaucho orillero, llevada al cine, en la
década del 70, por Leonardo Favio.
En la versión
original del folletín, así como en la
versión que se lleva al circo y al cine, el final de nuestro héroe ocurre al
ser muerto a traición (por la espalda) por el sargento Chirinos: qué sucedía
con el público que en gran número asistía a ver el espectáculo, primero en los
circos, luego en los teatros de la "Gran Aldea" y en aquellos que
recorrían las provincias: la identificación del público con el antihéroe: la
policía ("la deveras") debía proteger al actor que representaba al
sargento Chirinos, para defender su humanidad ante los intentos de agresión: el
público se convertía en
representante de la justicia al no permitir la conversión del personaje en sujeto: las crónicas señalan que hasta
la década del 50 estos “sucesos argentinos” debían prevenirse, y hay viejos
actores de los circos trashumantes que todavía recuerdan y relatan estos
hechos.
El padre de la criatura:
Quién era el padre del "verídico"
Juan Moreira? Un hombre de Rosas a quién este (Rosas) le debía una fuerte suma
de dinero: Moreira padre debe viajar a Luján con una carta del mismo Rosas a
Cuitiño, jefe del destacamento militar de los "Colorados del Monte"
asentado en ese lugar: en esa carta llevaba su sentencia de muerte (*): el
padre de Juan Moreira es fusilado en Luján: y esto no es ninguna construcción
ni relato: la traición y la burla se enseñorea en nuestras pampas desde siempre
y el tema de la traición, de un padre indignamente burlado y traicionado, será
lo que "campeará" en nuestra literatura: recordemos los escritos de
Borges acerca de la traición: suman alrededor de una decena(**) Padre burlado
en su último deseo (San Martín, - el padre de la Patria - no enterrado en campo
santo y sin embargo sí: todos somos objeto y partícipes de ese engaño y de esa
burla). Padre engañado, escarnecido y humillado ante los ojos del hijo: Juan
Moreira (futuro cuchillero de Adolfo Alsina o del que pague mejor, llevado a la
condición de mito y héroe popular), no es casualidad que el pueblo haya elegido
a este antihéroe como su modelo
Leandro Alem y Nicolás
Avellaneda comparten un destino similar: la cabezas de sus padres serán puestas
en una pica para castigo y horror de quien las viera: sus hijos serán testigos
del desmembramiento y de su posterior exhibición: Alem se suicidará y su
ahijado e hijo adoptivo, Hipólito Irigoyen, será llamado "el mudo"
por su tenaz oposición a hablar en público. De Nicolás Avellaneda sabemos que
fue durante su presidencia donde Roca, su ministro de guerra, organizó la
expedición que culminó con el aniquilamiento y exterminio de las poblaciones
indígenas de la Patagonia
Carlos Gardel: nuestro
"héroe" máximo vagará por el mundo desconociendo y desdiciéndose
acerca de su lugar de origen y de su padre: militar uruguayo o aristócrata
francés? Quién será el "padre de la criatura"?: el ingenio popular
también lo bautizará como "el mudo".
Ahora todos estamos convertidos:
desde la expulsión del gobierno del mudo (Irigoyen) se pasó al arrepentimiento:
"volvé, te perdonamos"; (con
de la Rúa: pasará lo mismo?) en relación con Gardel nos sucedió lo mismo: se
tuvo que ir a actuar al exterior porque aquí no encontraba el reconocimiento y
sus últimas funciones fueron ante teatros semivacíos: su sepelio fue una
muestra de dolor popular: todos nos convertimos en sus "viudas".
Pregunta: dónde encontrar un padre y cómo lograr el reconocimiento: escamoteado
para el hijo y burlado en su deseo: traiciones, escarnio, muerte, desencuentro
y desencanto del mundo: la palabra no establece la ley: parafraseando a Juan
Gelman en una de sus poesías: la palabra no funciona.
Si la palabra es
imposible de pronunciar o si es un atributo del muerto que "cada día canta
mejor", el intento será fallido precisamente porque el dolor y el
arrepentimiento no alcanza y el luto, a falta de palabra fundante, es imposible
de soportar.
En esta suerte de mutación perpetua a
que estamos sometidos los argentinos, ayer fuimos todos "montoneros"
y al año el "por algo será" o el siniestro: "los argentinos
somos derechos y humanos" de nuestra historia reciente nos encuentra
siempre inventándonos, parias que nos convertimos en esta suerte de
revolucionarios "a la violeta", sin programa ni liderazgos: pregunta:
seremos tan humanos como todos o en esta región del mundo donde se ha creado
esta estofa de sujetos, de aquí salen "cosas" diferentes, como la
"viveza criolla" nos ha hecho creer?
La sociedad del espectáculo nos está anunciando que esto es nada más que
el comienzo: el espectáculo comienza cuando Ud. llega. Si los Argentinos somos
convertibles, una reiteración: cuál será nuestra nueva
conversión-convertible? Señores: el
espectáculo debe continuar!!!
(*)"Moreira vivía en el
partido de Matanzas donde se había criado desde pequeñito, sin haber conocido a
su padre que era el "tremendo Moreira" a quien Rosas hizo fusilar,
dándole una carta para Cuitiño con orden de ejecutarlo, cuando la víctima
creía que se trataba de una orden para
pagarle el dinero prometido" Eduardo Gutiérrez, "Los amores de
Moreira"
(**)"La forma de la
espada","Tema del traidor y el héroe", "El indigno",
"Las tres versiones de Judas", "La secta de los reinta",
"La ceremonia de la traición"; Pero la traición, tema recurrente en
la literatura universal también aparece en el "Facundo" y en el
"Martin Fierro".
Imagen tomada de El Ancasti
Fuente: Liliana López Foresi