• 30 de enero de 2025, 18:05
Inicio | Opinión

Breves… caminos

Por Eduardo de la Serna

Algunos “breves” de estos días me invitan a “pensar en voz alta” (es decir, a escribir, sic) …

 

    1.     “Fui salvado por Dios para…” (D. Trump).

Voy a suponer que creo que realmente lo que ocurrió fue un auténtico atentado… Hay cosas que así me hacen creerlo, pero otras me llevan a la duda. Quizás haya ocurrido ese tal atentado y haya sido aprovechado por su campaña electoral, siempre eficaz… Y también voy a suponer que ocurrido el atentado haya sido Dios el que impidió el magnicidio (¿eso implica también suponer que Dios impidió que saliera la bala contra Cristina, o sólo vale para unos casos y no para otros?). Tenemos, entonces, que Dios salvó a Trump, pero ¿es don Donald el exégeta del obrar divino? Suponiendo, repito, que Dios lo salvó… ¿por qué lo hizo? A lo mejor, sencillamente, porque quiere evitar muertes que pueden suscitar conflictos mayores; o a lo mejor para darle una “segunda oportunidad” de hacer las cosas bien; o a lo mejor para que aprenda que la violencia no conduce por buenos caminos; o a lo mejor una invitación a que tenga “mejor puntería” política; o a lo mejor Dios lo salvó para que renuncie, mostrándole que la vida es frágil; o a lo mejor… Es decir, las razones por las que Dios lo habría salvado son incontables, pero Donald “sabe” lo que Dios le quiso decir al salvarlo. ¡Curioso!, por lo menos, curioso. Si no pedante, soberbio y hasta blasfemo.

 

    2.     El saludo nazi de Elon

Musk, que ya había dicho que estaba bien alentar un golpe de Estado en Bolivia para quedarse con el litio, que apoyó a la ultraderecha alemana, saludó extendiendo su brazo derecho. ¡Curioso saludo! Cualquiera sabe, en Argentina, por ejemplo, que levantar el brazo izquierdo con el puño cerrado tiene implicancias ideológicas, cualquiera sabe que levantar la mano con los dedos en “V” también las tiene, y que levantar los pulgares poniendo cara de idiota también… No son gestos inocentes. Y, en el mundo entero, cualquiera sabe que levantar el brazo derecho extendido con la mano abierta “algo” significa. “Algo” perverso, preocupante e ideológicamente grave, ¡muy grave! Pero un “algo” que hoy, en ciertos lugares, no es “políticamente incorrecto” sino “un gesto inocente”. En otros lugares, sonó y suena como un grito de alerta (y espanto).

 

    3.     El tuit de Milei

A partir del “gestito de idea” de don Elon, el impresentable presidente argentino superándose a sí mismo, publicó un “tuit” (no sé cómo de dice algo ya no de Twitter sino de “X”) violento, grosero y servil. Don Javito entiende que la “batalla cultural” (contra lo que llama “wokismo”) tiene en Musk un egregio catequista, uno de los “hombres más importantes de la Historia”, afirmó. Compañero de camino de Donald, Musk ha encontrado en Argentina quien le lama las botas mientras, sin necesidad de un Golpe de Estado, se queda con el litio, que Argentina también tiene, como Bolivia. Pero, además, como es propio de su vocabulario excelso, el presidente no deja grosería por decir, amenazando e insultando constituyéndose, así, en el “gran exégeta” mundial no sólo del “gesto” de Musk, de cuál es la “verdadera” libertad (¡y cual no!), y de la mismísima Historia, sino también del sentido de las palabras (o quizás – piensan otros – sea prudente excluir al “Cardenal Copello”, como ayer al “Cardenal Newman” [¿habrá otros “cardenales” en gateras?], como escuelas a las cuales no es razonable enviar a los hijos).

 

    4.     La obispa episcopaliana

En el “oficio religioso” de la asunción presidencial de Trump, fue llamativo lo dicho por Mariann Edgar Budde, obispa de la Iglesia Episcopaliana de Washington. Ella pidió “piedad” (mercy) por los grupos LGTBIQ+ y por los migrantes. Quizás la palabra “piedad / misericordia / compasión” no haya sido la mejor, pero quisiera destacar una serie de elementos que me resultaron muy positivos:

    A.    Una mujer en el púlpito (¡y obispa!)

    B.    Alguien que se atreve a hablar “en nombre de Dios” (si Donald puede hacerlo, ¿por qué no ella?)

    C.    Alguien que habla en favor de las víctimas del sistema que el “todopoderoso” allí presente (y no en el altar, sino en un banco) engendra; en este caso, el colectivo LGTBIQ+ y los Migrantes, que en su inmensa mayoría no son delincuentes (recordando que Trump habló de “millones y millones de migrantes delincuentes”). [Algunos creemos que también hay millones y millones de nortestadounidenses” delincuentes, por ejemplo]

    D.    La reacción de Trump, frente a este discurso,  fue negativa, lo cual – para muchos – es algo positivo. Es decir, no le dijo “te cortaste el pelo”, sino que le marcó un camino “en nombre de Dios” … No llegó al punto de decirle “en nombre de Dios te ordeno”, como hizo Monseñor Romero, pero fue más – mucho más – avanzado que un Te Deum en la Catedral porteña.


    5.     Mussolini ¿ha vuelto?

Además de todo lo ideológico que envolvió el fascismo italiano, los gestos y actitudes histriónicos del Duce eran sumamente llamativos (si no fueran tan peligrosos darían risa, diría Serrat). Basta con mirar discursos mussolinianos, las actitudes al terminar un párrafo que esperaba aplausos u ovaciones, la cruzada de brazos con el mentón en alza y demás “payasadas” para notar que Trump parece remedarlo; lo ideológico, aparte (que también). Un Mussolini gringo es una novedad. Preocupante novedad.


    6.     El FMI

Ya el impresentable Mauricio Macri, cuando volvió a someter a la Argentina a los mandatos y decisiones del Fondo Monetario Internacional, nos quiso hacer creer que “ahora” (sic, ¿cuándo?, ¿desde cuándo?, ¿por qué?, ¿en qué?, ¿cómo?) era “bueno” para luego repetir lo mismo de siempre (empezando con los jubilados, por cierto); nos han sometido a decisiones políticas, sociales y económicas que no podemos sino aceptar sumisamente… Y ahora, después de haberlo insultado – como es su costumbre – el presidente celebra alegremente que el FMI ha avalado las políticas económicas argentinas (sic) y que se empieza a preparar un nuevo préstamo (sometimiento, lo llaman en otros lados). Es decir, una cadena que ata a los futuros gobiernos, sean del signo que fueran, por décadas. Lo que no entendí es eso de “viva la libertad” y de que esta “avanza”.


    7.     Nieta 139    

En medio de la oscuridad, un relámpago iluminó la noche y mostró el camino (y también el camino por el que no andar, por cierto). Noemí Beatriz y Daniel Alfredo fueron sumidos en la más oscura de las noches, la de la desaparición forzada, ¡que existió!, y todos los caminos conducían a la nada. Ramón, su hijo lo repetía; “"Nosotros en La Plata buscamos a esta hermana, muchísimo. Y pensamos que habíamos agotado todas las instancias y que era un caso cerrado. Y sin embargo las Abuelas nos demuestran 139 veces que nunca es la última esperanza”. Y la hija de Daniel y Noemí fue “dada a luz” otra vez. Para muchos, ahora ella (a la que no conocemos por su nombre y la seguimos llamando “hermana 139”), ¡ahora sí!, empieza el camino de la verdadera libertad.

Con ella sí gritamos “¡Viva la libertad!” Ella nos muestra, repitiendo a Ramón, que cuando no vemos futuro, cuando creemos que “ya no hay camino”, posemos saber que "Lo máoscuro de la noche es antes del Amanecer", que “Otro Mundo es Posible ¡Un Mundo Donde Quepan Todos Los Mundos!”, como repiten los zapatistas. La nieta / hermana 139 nos hace saber, ¡una vez más!, que la esperanza es hermana de la vida.

Fuente: Liliana López Foresi

Opinión