"Sin música la vida sería un error"
Friederich Nietzsche
-Bienvenido
Ignacio a la página de Liliana! Antes que nada… agradecerte por brindarnos una
entrevista para la misma. Gracias!
-Hace poco
estuviste de gira por varios lugares de este disímil mundo. ¿Por cuales lugares
anduviste y qué rescatas para tu experiencia musical de esas culturas?
A
fines del año pasado, emprendí una extensa gira, extensa al menos para mí y mis
anteriores viajes claro, que me llevó por varios países y dos continentes.
Comenzamos en Estados Unidos, donde tuve conciertos en Houston, San Antonio,
Washington y New York. Luego volamos España dónde toque en Valencia Madrid y
Barcelona, para luego seguir por Bruselas, Roma y cerrar la gira en París. Fue
un total de 47 días de una intensa pero Hermosa experiencia. La reflexión, en
realidad una de las muchas reflexiones que conlleva una experiencia como ésta,
es la siguiente: uno sale de su casa presto a emprender un gran viaje, con la
expectativa de conocer otras culturas, y una de las cosas que mejor entendemos
es la cultura propia. Algo así como que viajar es una excelente manera de
conocernos a nosotros mismos.
De lo
estrictamente musical por mi parte un doble desafío, por un lado emprender más
de 20 conciertos todos a piano solo salvo algunas excepciones en ( NY con Oscar
Feldman de invitado y en Madrid con Guillermo Bazzola), y por otra parte
defender un repertorio en su mayoría propio. Y entender con esto que la música
también cambia a medida que el entorno cambia, ¿por qué digo esto? Bien puede
uno suponer que teniendo un repertorio basta con tocarlo bien todas las
oportunidades, Pero la realidad marca, o al menos así lo he llegado a percibir
yo, es que la música aun siendo la misma nos predispone diferente, nos coloca
en otro espacio, y por lo tanto la música es muy diferente de un lugar al otro.
En esta Gira, la música, este repertorio que yo saque a pasear por tantos
países, fue cambiando de una manera impensada para mí, según cada ciudad en la
que la iba tocando, si bien no introducía grandes variantes en las partituras.
-Tu último
trabajo es en formato de Trío. Qué nos podés contar del mismo. Hacía dónde
enfocas tus inquietudes musicales?
Estamos en
el trabajo de preproducción de lo que será el primer disco del trío, Trío que a
su vez es una suerte de desprendimiento de mi proyecto principal, por decirlo
de alguna manera, qué es mi Septeto. En este trío tomamos cierta idea del
septeto, en cuanto a la manera de entender el ritmo, a cierta estructura formal
de las músicas pero el tratamiento es casi en su mayoría netamente
instrumental, es un trío que a priori parecería ser un trío de jazz, dado que
cuenta con contrabajo, piano y batería, una de las formaciones clásicas del
estilo, pero intenté salir de esa temática netamente jazzística, trabajando las
piezas de piano primero. Tal como si fueran un repertorio a piano solo, que no
funciona sólo, y que necesita a su vez el motor del Trío para funcionar. Esto
fue un desafío grande porque me obligó a trabajar pensando en algo que no
estaba, dos instrumentos que no estaban. Y a su vez cada composición tiene un
espacio de improvisación pero que está de alguna manera delimitado. En lo que
refiere a los ritmos y a la forma como te decía hace un momento, Yo vengo
trabajando desde el disco anterior, enfocado en los aires de… Esto sería algo
como tomar un ritmo argentino o de ascendencia Argentina desarmarlo y trabajar
desde la célula misma de tal ritmo. En algún momento Carlos Aguirre dijo: “para
mí con que tenga esto es una chacarera…” y lo dijo utilizando una estructura
abstracta para el ejemplo, te estaba explicando al piano. Con esto entendí que
el pretendía dar entender que un género se manifiesta con cuestiones más útiles
que la totalidad de todos los elementos que lo conforman. En este marco con este
repertorio estamos trabajando para grabar este primer disco.
-Sé que
gran parte de lo que es hoy tu música proviene del Sep7eto. Y tu agradecimiento
el haber sido parte y forma del mismo. Te pido un referencia del mismo y
nombrar a quienes lo integran y su contribución al mismo. ¿Cómo surgió, cómo se
definió y que dejó y deja para el futuro?
Cuando
empecé a trabajar pensando en la canción, pensé también que había muchas nuevas
maneras de trabajar las canciones argentinas. Y si bien no abordamos repertorio
de otros y la totalidad de la obra que interpretamos con el grupo es propia,
tenemos una mirada muy cercana a todos aquellos que están trabajando en la
misma estética, los que por suerte somos muchos. Enmarcados en ese estética
empecé a trabajar mis propias canciones. En medio de ese proceso, tomándonos de
sorpresa claro, sucedieron los acontecimientos de agosto de 2014, en esa suerte
de revolución personal, pública inexplicable. Con el grupo tocamos mucho, fue
para mí también un escudo y una protección, ante las muchas cosas que estaban
pasando a mí alrededor, y las que no podía comprender ni manejar en muchos
casos. Tanto rodamos el repertorio, en muchos casos en entornos en los cuales
no ser habitual, que al llegar al momento de la grabación teníamos muy
transitada la música. Por lo que la instancia registro de ese disco (el que
denomine simplemente septeto) fue rápida y muy fácil. Ahora mismo estamos
trabajando en la segunda parte de la producción de las canciones, lo que se
conformara seguramente en otro disco, que esperamos prontamente grabar.
-A qué
edad comenzó tu interés por la música y cómo fue tu formación? Tus referentes?
La primera
vez que escuché música fue cuando tenía 9 años, yo vivía en el campo toda mi
infancia muy alejado de todo tipo de medio de reproducción musical. Por lo que
no tenía el registro de lo que significaba la música en vivo, en ese momento
cuando tenía cerca de 9 años recuerdo claramente haber escuchado una orquesta
de campo, lo que por el centro de la provincia de Buenos Aires denominaba a las
orquestas típica y característica, es ese tipo de formación que tocaba de todo
un poco, en una suerte de afán de querer conformar a todos los públicos. Me
impactó de gran manera, tal fue el impacto que supe en ese momento que eso que
sucedía allí arriba del escenario iba a formar parte sin duda de mi vida, de
ahí en adelante, y así sucedió efectivamente. Comencé a estudiar con quién era
el pianista de esa Orquesta: Omar, más luego seguir con otros profesores
particulares, hasta que una vez egresado de la escuela secundaria decidí
continuar mis estudios en Buenos Aires así fue que tras un intento fallido de
ingreso a la escuela de Música Popular de Avellaneda, ingresé al Instituto de
Música de Avellaneda, allí estudié en la carrera de profesorado en piano, pero
a su vez no me quedé quieto y seguí estudiando con otros docentes más hasta que
en el 2001 volví a Olavarría. y así tuve una tercera fase de formación ya sea
viajando a Buenos Aires a estudiar o con profesores que venían a la ciudad.
-Cómo en
una película de Godard, hacemos abuso de las elipsis… ¿Cuáles son tus proyectos
tanto inmediatos como mediatos?
En lo
inmediato la edición de un disco que se llama meridiano 58, qué es parte de un
proyecto que quedó inconcluso en 2001 y volví a grabarlo este año, con la
premisa sólo yo sólo con algunos músicos invitados. Así que grabé todos los
instrumentos aquí en mi casa e invité algunos amigos a que participaran. Está
también presente la grabación del disco en trío. La grabación de mi disco de
Tango Dúo que tengo con un amigo de aquí Olavarría: Daniel Rodríguez. Empezar a trabajar de manera concreta en el
nuevo material del septeto. Y pensar también en la grabación de un Dúo con
música original que tengo con Valentín Reiners que es a su vez guitarrista del
septeto.
-Algunas
pequeñas anécdotas que nos quieras contar de tus giras y que hayan quedado como
esa forma de emoción permanente que nos acompañan siempre y estimulan nuestros
horizontes. Cuáles guardás, si las hay?
Todo el
viaje fue una gran anécdota, me cuesta enorme trabajo pensar en una, pero creo
que el derrotero mismo del viaje y la diferencia que hay entre la persona que
sale de viaje y la persona que entra creo que la mejor anécdota que puedo
contar aunque claramente no la puedo explicar.
-La
carrera de un músico es siempre un camino largo e inagotable cuando hay actitud
para que así sea, cada situación es aprendizaje. ¿Qué crees que te debes o
piensas que necesitas cultivar en este camino?
Me cuesta
trabajo pensar en el concepto de “carrera”, pensar en el concepto de carrera es
pensar que uno está primero; compitiendo contra otros y segundo que no está
apurado, creo que son dos cosas a veces nocivas para la vida de un artista, el
apuro que el artista puede llegar a tener, pienso, que suelo observar más una
relación con el no llegar a tener tiempo en la vida para decir todo lo que
tiene que decir, todo lo que siente qué debe decir. Creo mucho en la cuestión
Inevitable que conlleva el hecho artístico, “digo y hago esto porque no puedo
ni hacer ni decir otra cosa que no sea esto que hago…” en ese sentido, el
músico es un ser incompleto al cual siempre le faltan elementos para pulir en
su persona tanto como en su obra. Hoy por hoy pienso en eso como un camino que
tránsito con gran felicidad… pero no puedo negar que aún con cierto apuro je…
je…
-Hay un
disco que se llama: “Canciones Prohibidas” en el cual hay varios intérpretes. ¿Qué
rescatas del mismo y cómo se gestó dicho proyecto?
Ese es un
proyecto que se gestó bajo la idea de dos personas que son Carlos Sidoni y Fer Isela. Ellos dos encararon un proyecto
discográfico que tenía que ver con lo siguiente: volver a grabar una serie de
canciones que figuraban en una lista de música censurados por el COMFER, como
músicas “no radiables”, y por ende
censuradas. De esta lista, ellos eligieron algunas de ellas no todas
para que algunos artistas grabaran nuevas versiones y a mí me propusieron grabar
la canción de Víctor Jara: “Te recuerdo Amanda”, a dúo con Palo Pandolfo, una
experiencia que fue muy hermosa, porque además se coronó con la presentación de
ese disco un 25 de mayo, en la mismísima Plaza de Mayo, que para mí fue una
cosa verdaderamente hermosa.
-Hemos
saltado en el tiempo con esta pequeña entrevista: presente, pasado, futuro,
sueños y realidades. De ahí, el concepto de elipsis cinematográfica, que cité
antes. Cómo es tu vida a diario y cómo caminas en esa elipsis?
Es cierto
en el arte o en la construcción artística uno va hacia atrás y hacia adelante
soñando con lo que vendrá y rescatando lo que hizo constantemente, mi
cotidianeidad, ahora que la he recuperado, en alguna medida trata de ser lo más
ordenada posible trabajo muchas horas en mi estudio, estudio el instrumento,
busco pienso, grabó, maketo, escribo borradores y los vuelvo a escribir y
pienso todo ese tiempo en cómo mejorar la música que hago. Cómo llevarla al
siguiente nivel, es un trabajo que me tiene completamente ocupado pero a su vez
muy feliz. Con la felicidad que tenemos los que tenemos la suerte de hacer
aquella cosa que amamos.
-Creo que
esto también forma parte de la música y una de las más maravillosas… Aparte del
hecho material que puede ser un premio, está lo simbólico que significa y
dignifica. Las Abuelas están nominadas para el Nobel de la Paz, petición que yo
firmé. ¿Qué sensaciones confluyen en vos con respecto a esto? ¿Qué nos enseña a
muchos éste reconocimiento? Sobre todo en una sociedad hoy que en su gran parte
carece de conciencia y memoria.
Creo que
tenemos que aprender a leer la historia aún de manera crítica con nuestras
propias ideologías. La historia
Argentina, que es tan joven, que es tan reciente, nos deja algunas señales de
cosas que sin duda no debemos repetir. Aún es pronto para elaborar muchas
conclusiones quizás, pero a su vez tenemos aun cerca un montón de dolores que
debemos cicatrizar, dolores que debemos dejar en claro que fueron, eso grandes
heridas para que no se vuelvan a repetir.
-Cómo
epílogo a esta entrevista te pido que nos dejes los links desde donde pueden
seguir tu actividad musical y cuáles son tus próximos conciertos, si ya hay
fecha.
www.ignaciomontoyacarlotto.com
https://twitter.com/montoyacarlotto
https://www.facebook.com/montoyacarlotto
https://www.youtube.com/channel/UCyg9wvO7etqROb7tAcAp86A
Muchas
Gracias Ignacio!