Abandonar
el mundo del espionaje es tan difícil como dejar la mafia. Mucho más en
Argentina donde los funcionarios públicos dedicados a esos menesteres han
completado sus ingresos con changas internacionales y subalternidades difusas:
no siempre cuentan con exclusividad con el Estado Nacional. En muchas
oportunidades ven incrementado su ingreso con empleabilidades foráneas. Quizás
ese vínculo diversificado es el que lleva al exespía Antonio "Jaime"
Stiuso a transitar los pasillos de tribunales, con el objetivo de sumarse a la
persecución a CFK, pero, por sobre todo a un proyecto de país.
El
pretérito vínculo entre Stiuso y Bonadío se ha puesto en evidencia en las
últimas semanas en un nuevo paso de baile tribunalicio en el que intentan sumar
otra acusación contra la ex presidenta, basada en escuchas telefónicas privadas
que en forma ilegal fueron difundidas por medios periodísticos. Dichas
intromisiones debieron ser destruidas por orden de la justicia, pero sin
embargo vieron la luz a través de los medios hegemónicos ligados al grupo
Clarín.
Luego
de los allanamientos realizados por el juez Bonadío en el Calafate, se
obtuvieron –nuevamente en forma ilegal-- documentación privada de la expresidenta,
dado que la misma no estaban ligados a la causa investigada por el juez (“los
cuadernos”). Sin embargo –en una nueva y clara manifestación de arbitrariedad de
aristas ridículas— se divulgó el contenido de esas carpetas, en donde figuraba
información periodística que cualquier internauta puede (y podía años atrás) consular
por la WEB. Como era de esperar, la información del allanamiento fue
rápidamente compartida con Stiuso quien encomendó a sus abogados Santiago
Blanco Bermúdez y Julian Subias (que comparten oficina en la esquina de
Talcahuano y Córdoba, en el mismo edificio que Stiuso tiene sus oficinas) que
pidiesen aquello que Jaime ya había consultado gracias a la bonhomía de
Bonadío. Para blanquear su pormenorizado análisis de lo caratulado en el
allanamiento, Blanco Bermúdez y Subias presentaron un escrito en el que
consignaron que. “He tomado conocimiento por medios periodísticos que, en el
marco del allanamiento llevado a cabo por orden de Vuestra Señoría en el marco
de esta causa sobre el domicilio de la ex presidenta de la Nación Cristina E.
Fernández de Kirchner en El Calafate, se habrían secuestrado diversos objetos y
en particular carpetas con 'informes de empresarios y opositores' (…) Entiendo
tener interés legítimo en poder de obtener copia de los documentos secuestrados
en el allanamiento referido, en particular los informes referidos a mi persona”.
Luego
del pedido formal se dirigió al despacho del juez federal Sebastián Ramos donde
solicitó a la incorporación de esos “hallazgos” en la denuncia que le propio
Stiuso gestiona luego de la divulgación de las escuchas en las que CFK le pedía
a Oscar Parrilli la recopilación sobre las faltas administrativas, antecedentes
y posibles delitos que pesaban sobre el ex hombre fuerte de la SIDE.
El nexo entre Stiuso y Bonadío
Horas
antes de la declaración de Juan Manuel Abal Medina ante el juez Bonadío, el 9
de agosto (situación en la que Abal posó de “carmelita descalza” en las
inmediaciones de las escalinatas de Comodoro Py), uno de sus históricos hombres
de confianza, Lucas Nejamkis, visitó el palacio de tribunales con la previsible
misión de garantizar un aterrizaje sosegado a quien fuera jefe de gabinete de
CFK.[1] Su
tarea consistió en negociar la declaración de Abal con el doble cometido de
lograr la liberación de Martín Larraburu (amanuense del ex jefe de gabinete) y
garantizar al mismo tiempo que Abal no quede detenido. Según dos fuentes
diferentes, Nejamkis fue a acordar lo que previamente habían acordado Stiuso y
Bonadío.
Abal
Medina, hoy devenido en ladero consecuente del senador Miguel Ángel Pichetto,
mantiene un vínculo cercano con Stiuso desde marzo de 2012 cuando Abal le
consiguió un empleo jerárquico a la hija del espía, en el Instituto Nacional
del Cine. Dado que la santa triple alianza (medios hegemónicos, servicios de
inteligencia y partido judicial) promueven la participación diversificada de
sus cuadros, la hija de Stiuso hoy trabaja en el grupo Clarín, en canal 13. Otra
de las hijas del espía, Silvia, fue nombrada por el supremo Ricardo Lorenzetti
en el juzgado federal número 1, de la magistrada Serbini de Cubría.
Por
su parte, Nejamkis –ex jefe de asesores de Abal durante su permanencia en la
jefatura de gabinete--, coincidentemente (aunque seguramente en forma “azarosa”),
es un actual colaborador cercano del exespía. En varias oportunidades se los
vio almorzando en costosos restaurantes, la última de las cuales –la última
semana de julio—en las Galerías Pacífico.[2] El
cientista político Nejamkis fue funcionario de los gobiernos de Néstor y
Cristina Kirchner durante más de 10 años y no parece recordar el proyecto de
país para el cual trabajó. Fue funcionario de Gestión y Empleo Público y luego
secretario de Comunicación Pública. Durante años canalizó publicidad oficial y
consolidó una fuerte relación con Sergio Spolsky, quien (también) continúa su
estrecho vínculo. Spolsky es socio de Darío Richarte, ex número 2 de la SIDE
durante la gestión de la primera alianza (cuyo señor 5 era Fernando de
Santibáñez) y anda permanentemente con custodia debido a que dejó 400 trabajadores
en la calle sin indemnizarlos. Los custodios son financiados por la empresa que
Richarte posee con Gallea, otro hombre ligado a los servicios. Por obra de la
más absoluta coincidencia, Richarte y Gallea fueron socios de Panificadora
Balcarce y Magnum Sabores, con sede en Córdoba 323 de CABA, en donde revistió
como empleada jerárquica, durante cinco años, la actual esposa de Stiuso, María
Cecilia Rossero.
Darío Richarte, además, es el actual vicepresidente de Boca Juniors, cuyo titular, Daniel Angelici se desempeña como máximo operador jurídico de Macri en el mundo judicial. Por su parte, Juan José Gallea –socio de Spolsky y de Richarte--, revirtió como director de finanzas de la SIDE, en época de la primera alianza, hasta el fatídico año 2001. Gallea, una vez que Fernando de La Rúa ascendió al helicóptero, aterrizó como gerente financiero del Grupo Veintitrés –del que figuraba Szpolski como titular--. En la actualidad, como homenaje a la letrística tanguera de los años ´40, reviste nuevamente como administrador financiero de la AFI, como parte del staff de la segunda alianza, esta vez dirigida por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
Traduttore traditore
Los lazos entre Lucas Nejamkis y Richarte / Szpolski parecieron hacerse muy estrechos con el paso de los años. A tal nivel que el padre de Darío Richarte (Juan) figura como propietario de la Radio Jai, emisora de la fracción más reaccionaria de la colectividad judía local, asociada al Likud y al periódico Israel Hayom de la que Szpolski es accionista oculto.[3] Dicha amistad les permitió, además, a los dos últimos, instalar en Argentina la sede de la empresa de seguridad israelí, SLS Consultancy & Trainingque capacitó a fuerzas de seguridad locales (entre ellas a la policía bonaerense), sobre “tácticas de Interrogatorio a Sospechosos”.[4] La empresa SLS tiene entre sus clientes más importantes al citado diario israelí Hayom, que curiosamente es propiedad de Sheldon Adelson, conocido como Rey de Las Vegas, uno de los máximos acreedores de los fondos buitres que logró cobrar sus usurarios papeles de deuda argentina gracias al buen trato recibido por Macri en abril de 2016.[5] Entre las tareas que SLS hace para Israel Hayom figura la relevante tarea de proporcionar asesoramiento en la seguridad de la información y de escuchas telefónicas. Adelson, coincidentemente, fue el encargado de financiar a Alberto Nisman con casi 300 mil dólares que fueron utilizados en la compra de un terreno en Punta del Este que figura a nombre de su madre y su hermana.[1]
Nejamkis
se desempeña en la actualidad –después de colaborar con la campaña electoral de
Sergio Massa en 2015-- como socio/confidente y facilitador de Stiuso en
diferentes emprendimientos: en uno de ellos, participó, junto al ex integrante
de la SIDE, de las negociaciones de la adquisición de una parte relevante de la
propiedad del diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca en diciembre de 2016,
luego de compartir un vuelo privado en un Cessna Citation. En aquella ocasión
fueron parte de la mesa de negociaciones junto con integrantes de la familia
del actual jefe de bloque Cambiemos de la Cámara de Diputados de la Nación,
Nicolás Massot. Las negociaciones
incluyeron la adquisición de una porción accionaria del diario Nueva provincia
–con valor de 7 millones de dólares--, cuyo paquete mayoritario pertenecía al
legislador del PRO.[7]
De ese convite también participaron Gustavo Elías, Juan Bonacorsi y el fiscal
local Christian Long, todos ellos ligados –también en forma aleatoria— al
presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, conocido operador tribunalicio de
Cambiemos. La adquisición de medios periodísticos para emplazar plataformas de negociados
empresariales fue un permanente ejercicio desarrollado por Richarte / Szpolski
desde la publicación en los años ’90 del diario Universitario “la U”, luego la
Revista Veintitrés, el diario Tiempo y El Argentino.
Por
su parte, Massot y Angelici se vieron enredados recientemente en mayo de este
año un escándalo ligado a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC)
–la agencia que sustituyó al Registro Nacional de Armas (RENAR)— en la que su
ex titular (Natalia Gámbaro) contrató, mediante una licitación fraudulenta a la
empresa Dienst Consulting, propiedad de Gustavo Elías, el socio de Massot y el
contertulio de Stiuso/Nejamkis.[8] Dienst, luego de obtener el monopolio de los
controles psico-físicos para la portación y tenencia de armas en todo el
territorio de la Argentina, incrementó de 300 a 1500 pesos el monto del
trámite, cuya diligencia –consideró la defensoría del pueblo—no podría de
ninguna forma estar privatizada, como decidió el gobierno de Cambiemos.
Los
lazos entre el ex director de operaciones de la SIDE y Richarte –originalmente
mediado por Nejamkis— no finaliza en esos vínculos: Santiago Blanco Bermúdez,
vinculado al estudio de Richarte desde la época que ambos transitaban los
pasillos de “La Casa” en la calle 25 de Mayo, es el actual letrado de Stiuso y
cumplió ese mismo rol con Fernando de Santibáñez. Nejamkis, por su parte,
mantiene un cercano contacto, además, con el fiscal Guillermo Marijuan con
quien disfrutó del mundial de futbol de Brasil en 2014.[9] Es
altamente probable –explican en Comodoro Py, que la algarabía futbolística
compartida le haya permitido a Nejamkis interceder, tiempo después, por su
socio Stiuso, quien en octubre de 2015 se vio solicitado por un pedido de
detención internacional (motivado por varias causas, entre ellas una de contrabando).
Según fuentes fidedignas, el pronto auxilio de Nejamkis motivó que el fiscal
federal Marijuan, rechazara la solicitud de detención (mediante una circular
azul) a ser tramitada vía INTERPOL. Se especula con que el rol de facilitador de
Nejamkis volverá seguramente a ser puesto en ejecución para lograr un mismo
aterrizaje suave al socio de Richarte y Gallea (Szpolski), quien deberá
presentarse ante Bonadío próximamente.
La Cédula Azul que Marijuan no quiso
impulsar
La caja de Pandora
Cuenta
la mitología griega que Zeus juró vengarse de Prometeo por haber entregado el
fuego a la especie humana. Para cumplir su cometido, el dios con sede en el Olimpo
le presentó al hermano de Prometeo (Epimeteo) a una mujer hermosa llamada
Pandora y para su casamiento le obsequió una tinaja, que en las sucesivas
traducciones pasó a ser una caja. Cuando Pandora abrió la tinaja se escaparon
los “regalos” que Zeus había dispuesto en su interior como venganza: los males
del mundo inundaron el ambiente: el endeudamiento, la devaluación, los
despidos, la fuga de capitales y la inflación. La santa triple alianza
(servicios/medios/partido judicial) le piden a la sociedad que no le quiten la
vista a las fotocopias de unos cuadernos que fueron quemados, y cuyos nombres
caligrafiados rondan más el cosmos empresario –cercano a Macri—que cualquiera
de los otros mundos posibles. Mientras intentan disimular y reorientar la
mirada hacia una operación caligrafiada por servicios, el revoque de los techos
de Cambiemos empieza a descascararse y se cae el revoque sobre sus propios
arquitectos. Bonadío es simplemente uno de los males que se escapó de la
tinaja. Pero él –y muchos de sus contertulios—olvidan una parte central del
mito griego: Pandora logró cerrar la tapa del recipiente atesorando el único
bien que Zeus había dispuesto incorporar (entre tantos males) para
gratificación de la especie humana: Elpis, la esperanza. Las manos que tejen
hoy esa imperiosa necesidad por terminar con la pesadilla neoliberal utilizan a
los peones más abyectos para perseguir a CFK. Sin embargo, la santa triple
alianza observa, con creciente preocupación, que no alcanzan los Nisman, los
cuadernos ni los conteiners para tapar la crisis que han generado.