El presidente electo, Alberto Fernández, en una charla antes de partir para México, hizo referencia a los dibujos de la Warner, dedicándose especialmente a Bugs Bunny, aunque aludió también a Elmer, el Correcaminos y el Coyote, por ejemplo. El acento estuvo puesto tanto en el individualismo, como el contraste entre el vivo y el tonto. En un momento, incluso, señaló que Bugs Bunny era un estafador (“¿conocen a alguien más estafador que Bugs Banny”, dijo), y alguien del público acotó algo – que no se escucha, pero se intuye – lo cual motivó risas y el comentario de Alberto: “bueno, debe haber visto mucho a Bugs Bunny de chico” (estoy citando de memoria).
Como era de esperar, ciertos sectores de la prensa que hace ya tiempo no hacen sido dedicarse a esmerilar cada cosa del primero pre-candidato, luego candidato y ahora presidente electo, cuestionaron los dichos de Fernández. Parece que ciertas cosas del imperio son intocables. ¿Cómo va a hablar mal de alguien tan “inocente”, casi virginal e inmaculado, como los dibujos de la Warner…
No puedo menos que recordar cuando Casey Wander, siendo un niño de 11 años, tuvo una notable intervención, hace 5 años, que le “mereció” que el “adulto” Jorge Lanata lo mandara a Disney. No fue el único, pero fue el más evidente. Para el ex periodista, Disney era inocente, la política no. En su momento, en una carta abierta a Casey, yo le contaba acerca del famoso libro de Ariel Dorfman y Armand Matelart, “Para leer al pato Donald”. Alberto no parece haber aludido a este libro, pero inmediatamente – y escandalizada – el diario La Nación estableció la relación.
"Estamos en un tiempo en donde impera el individualismo, donde el narcisismo es central, donde la meritocracia parece ser la regla, donde la enfermedad central tiene que ver con la estética que es la bulimia y la anorexia. Esos dibujos animados fueron y son el modelo de muchos chicos. En verdad es un modelo de gran promoción del individualismo" dijo Alberto.
Parece que esas palabras: individualismo y meritocracia, además de la estafa y el triunfo del “vivo” son algo que debe exaltarse para el diario que es tribuna de doctrina, ¿a quién se le ocurre cuestionarlos? Es decir, una vez más, imponen eso de la historia oficial, que ya lo hemos escuchado y leído ad nauseam, parece que les molesta a los “adultos”. Niño Alberto, ¡eso no se hace!
* Teólogo. Integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres
Imagen: Áreas Jugones
Fuente: Blog 1 de Eduardo de la Serna