• 21 de noviembre de 2024, 6:39
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Los súper ricos quieren más riqueza

Por Juan Roberto Presta


El Neoliberalismo que impera en gran parte del Mundo, luego de la caída del Muro de Berlín, creó una falaz teoría “del derrame”, que decía en líneas generales que “cuando los ricos fueran muy ricos, iban a derramar su riqueza sobre los pueblos y estos iban a poder forjar su futuro”, esa mentira como la teoría de la “meritocracia” le hicieron mucho mal a sociedades que terminaron frustradas, con sus ricos cada vez más ricos y con el resto cada vez más pobre.

Con esta misma teoría, el multimillonario presidente del Real Madrid, Florentino Pérez explicó la creación de la Superliga Europea, que reta a la UEFA y a la FIFA, creando un torneo entre doce  de los clubes más poderosos del Mundo, para jugar paralelamente en sus ligas y en la Champions League si clasifican. Los clubes “fundadores” son Milan, Inter y Juventus (Italia); Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid (España); Liverpool, Manchester City, Manchester United, Arsenal, Chelsea y Totteham Hotspur (Inglaterra) y hubo otros clubes poderosos como el Bayern Munich de Alemania o el París Saint Germain de Francia, que no aceptaron la invitación.

La idea es formar una liga de 20 equipos, que juegue durante todo el año un torneo internacional por puntos y en dos zonas y detrás del negocio está el banco norteamericano JP Morgan, que ya cuenta los billetes que este torneo le va a hacer ganar. La UEFA ya amenazó a los clubes que intervengan en este torneo serán suspendidos y no podrán jugar las ligas locales, ni los torneos de UEFA (Champions League y Europa League), además los jugadores que participan no podrán jugar por sus ligas nacionales, sean del país que sean. Por lo que Argentina se quedaría sin Lionel Messi y Portugal sin Cristiano Ronaldo, por nombrar solo dos extranjeros que juegan en otras ligas. Pero España, Inglaterra e Italia tendrán muchos problemas para formar sus selecciones nacionales.

Florentino Pérez explicó: "Muchos clubes importantes de Inglaterra, Italia y España quieren encontrar una solución a una situación financiera muy mala. En el Real Madrid, entre las dos últimas temporadas hemos perdido 400 millonesCuando no hay ganancias, la única forma es jugar partidos más competitivos durante la semana. La Superliga salvará a los clubes financieramente", para después explicar: “Dejen que nos recuperemos económicamente y se van a favorecer todos, porque nosotros necesitamos comprar jugadores y los clubes chicos necesitan nuestro dinero. Esto es así, cuánto más poderosos seamos, más podremos repartir hacia abajo” (teoría del derrame a pleno).

El actor argentino Hugo Arana (lamentablemente fallecido por el Covid) le dijo a un economista liberal sobre esta teoría: “Me parece repugnante, creen que la gente son perritos que se paran debajo de la mesa esperando que a los comensales se les caiga alguna migaja o le quieran dar un huesito. Quieren llevar a este punto la condición humana”.

Pero para Florentino, nombrado presidente ad-hoc de esta Superliga no hay vuelta atrás: "¿Qué pasa ahora? Que el fútbol lleva perdiendo interés. Se nota en que las audiencias van bajando y los derechos audiovisuales, disminuyendo. Entonces algo había que hacer, pero la pandemia nos ha dicho ‘hay que hacerlo con urgencia’. Estamos todos arruinados. El fútbol es el único deporte que es global. No hay ninguno igual. Y estos 12 equipos, tenemos fans en todos los lugares del mundo. Entonces la televisión es el medio que tiene que cambiar para que podamos adaptarnos a los tiempos que vivimos".

César Luis Menotti decía hace más de 20 años: “Los tiempos del negocio se están comiendo a los tiempos del fútbol. Ya no interesa como se juega, sino cuanto se puede recaudar, no se dan cuentan que si matan al fútbol, también matan al negocio”.

En Sudamérica también se planteó una Superliga, liderada por el expresidente de Boca, Daniel Angelici, apoyado por el actual presidente de la Fundación FIFA, Mauricio Macri. El planteo y el negocio era el mismo, pero en lugar de llamarse Real Madrid o Juventus, allí eran Boca Juniors, River Plate, Nacional de Montevideo o Corinthians y San Pablo, pero la Conmebol logró terminar con esta aventura, con las mismas amenazas que ahora hace la UEFA y subiendo los premios de la Copa Libertadores, después de un acuerdo con sus sponsors.

Lo cierto es que los clubes ricos (que para los que los manejan “siempre se están fundiendo”) están decididos a quedarse con toda la torta y no repartir ni las migajas, así que los que esperan el derrame, que sigan esperando…

Fuente: Liliana López Foresi

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