Causas o azares
“La psicología neoliberal se apodera de
la emoción para influir en las acciones a nivel prerreflexivo. Por medio de la
emoción, llega hasta lo profundo del individuo. Así, la emoción representa un
modelo muy eficiente para el control psicopolítico del individuo” Byung- Chul Han
Comunicadores, periodistas,
políticos y dirigentes sociales y sindicales explican causas y azares del
actual modelo.
En este
contexto, hay militantes que apoyan modelos de derecha y otros que se oponen al
modelo neoliberal mientras los medios operan permanentemente con las fake news,
nada nuevo ya que siempre las hubo,
desde las intrigas palaciegas hasta las representaciones que se han hecho de
los indios en las películas del far west, pasando por infinidad de mitos
creados en torno a personajes de nuestra historia. Ahora circulan velozmente a través de las
redes.
Los sectores de izquierda dogmática siguen afirmando que los dos modelos son lo mismo y no dejan de apelar a la ‘pesada herencia , caballito de batalla aún efectivo para el discurso oficialista que combaten. Parecen desconocer que vivimos en un sistema capitalista neoliberal y que, si bien ‘la revolución es un sueño eterno’, aquí y ahora no se vislumbra a un pueblo dispuesto a hacerla.
Las
explicaciones y los diagnósticos terminan desinformando o sobreinformando y la
influencia de los medios no es desdeñable.
“En el otro extremo de la no-información o carencias
informativas de determinados temas encontramos el proceso de
"sobre-información" de otros. Ambos, como caras de una misma moneda,
constituyen una forma de desinformar. Numerosos expertos en comunicación, como
Ignacio Ramonet, centran gran parte de sus críticas a los medios en este
fenómeno de la sobre-información.
La sobre-información se manifiesta de dos formas diferentes:
a) Sobre-información de algunos
aspectos de un tema
b) Sobre-información de temas triviales” Daniel Martínez en La Haine
Entre la ‘gente común’, los arrepentidos está preocupadxs por la
inflación, el dólar, los tarifazos y mantener el trabajo o encontrarlo si lo
han perdido. Más allá de la importancia fundamental de estos temas en la vida
cotidiana, les cuesta comprender que se eligen modelos y que no son iguales
unos u otros. Este grupo de la población se muestra dudoso sobre su futuro voto.
Y los odiadores,
aquellos que se autodenominan ‘apolíticos’, algo imposible para quienes somos
humanos y vivimos en sociedad, mantienen su postura de ‘no sé de qué se trata
pero me opongo si huele a peronismo, sobre todo a kirtchnerismo’.
El gobierno
apunta gran parte de su artillería al tema de la seguridad, la mano dura, la
estigmatización de lxs pibxs que prende
rápidamente ante la proliferación de motochorros a los que las fuerzas de
‘seguridad’ parecen no detectar a tiempo, así como las alertas del botón
antipánico sólo sirven para que una víctima dé su último grito de auxilio.
¿Qué estás
pensando? pregunta FB a sabiendas de que no es el espacio, más propicio para
desarrollar el pensamiento.
Qué estamos
procesando de lo que recibimos como información habría que preguntarse
La cuestión es que equiparnos para el diluvio no está siendo
nada sencillo. Alfons Cornella lo anticipó hace ya años al advertir
que las infraestructuras no eran suficientes si estas no iban acompañadas de
infoestructuras, esto es, de la formación y la capacitación idónea para
gestionar la sobreinformación.
Una consecuencia de esta sobreexposición informativa es que
nuestra atención se desenfoca. Y cuando fijamos la atención, lo hacemos tan
levemente que su huella apenas es epidérmica. En este sentido, algunos
pensadores se preguntan si la multitarea en red altera nuestra concentración y
provoca un pensamiento más frágil, más superficial, en fin, menos pensamiento.
¿No resulta paradójico que los habitantes de la sociedad informacional vivan
desinformados por sobreinformación? “ .
En este panorama
cuesta imaginar la unidad porque primero hay que saber a qué se opone la oposición,
después bajar los egos, inmediatamente, elaborar puntos de coincidencia que
sean compatibles y de cumplimiento efectivo y a partir de allí, acordar quiénes
serán lxs candidatxs adecuados para ello.
¿Cuántxs
ciudadanxs se dan cuenta de la dependencia que el FMI representa?
¿Cuántxs se cayeron del mapa productivo como ocurriera
en los 90 y ya no van a poder insertarse?
Si la ‘gente, la
opinión pública, no llega a percibir que además de las cuestiones económicas
que la afectan directamente, están en juego la educación, la salud, el
transporte, los servicios básicos. la ciencia y la tecnología sustentadas por
el Estado y, por ende , la soberanía, será difícil producir transformaciones
sustanciales. Pero también hay que poner en consideración las emociones y un
inconsciente colectivo alimentado con el discurso de la antipolítica. Algunos segmentos de la clase media afirman que
no votarán a ninguna de las opciones y que les dicen a sus hijos que tienen que
prepararse para vivir en el exterior.
Entretanto, las
culturas diferentes siguen su curso y
cuando se habla de ganar las calles habría que pensar en la masividad que
alcance una propuesta unificadora. Por
el momento, se remite a temáticas puntuales; por ejemplo, las manifestaciones
feministas han convocado más personas que muchos reclamos de otro sectores.
¿Cómo reunirlxs a todes en contra de este modelo de exclusión?
Faltan pocos meses y la ‘oposición’ sigue jugando a los dados.
* Semióloga. Docente UBA
Imagen tomada de Pinterest.