El 27 de julio fue el Día de la Antropología y no podíamos quedarnos con las ganas de charlar con una de las investigadoras y antropólogas cordobesas, sobre lo que estamos viviendo.
Antes que nada; ¿sabías que existe la "antropología del desastre y crisis"? Entonces; en este momento de situaciones de crisis sociales del cambio por pandemia... ¿cómo se aborda desde este campo? Lo importante para Fabiola, es la escucha activa: "Es fundamental estar ahí y ser parte con la gente que vive la experiencia. Y registrar uno mismo lo que le pasa", explica.
Seguramente habrás leído o visto comparaciones de la pandemia con"la guerra". Bueno, en este caso, y gracias a la información y el Internet, compartimos una experiencia humana global de la cual nos anoticiamos más rápido que nunca. "Y somos conscientes de que lo estamos viviendo, con diferentes matices según las zonas o gobiernos... Si fuese una guerra, no es lo mismo que caiga una bomba en urbana, rural, o en los diferentes barrios de Córdoba", remarca.
Todo pasa por el cuerpo
Lo cierto es que la pandemia del coronavirus ha modificado las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales y con ellos el Desarrollo Humano Sostenible de la sociedad contemporánea. ¿El resultado? Lo veremos en el tiempo; no ahora. (Sí, a nuestra necesidad de inmediatez no le gusta esto).
"El mundo no va a ser el mismo que era, y todavía estamos en proceso liminar (en el umbral de algo nuevo) . Esto genera mucha ansiedad, sobre cómo nos movemos ", explica la antropológa, marcando que hay un desencuentro entre la expectativa y lo que pasa con el mundo (y va a pasar un buen tiempo hasta que se vuelva a acomodar).
Y como siempre, todo termina pasando por el cuerpo. Te leímos en memes, comentarios, chistes (o al borde de la depre), tik toks, y cuanto medio virtual pudiste, expresarte sobre tu cuerpo en cuarentena: Desde la prohibición de socializar en bares, menear el cuerpo, la ansiedad del estudio, el stress, la alimentación... ¿Extrañás salir o te acostumbraste a estar en casa?
"No poder tomar decisión de qué vamos a hacer con el cuerpo en el día a día", es otra de las consecuencias de esta crisis, que según Fabiola tendrá sus repercusiones; ya que tendremos que utilizar nuevos mecanismos que antes no teníamos.
"No poder salir de forma voluntaria, y ver cómo cambian las prácticas corporales... Protocolos para ir al supermercado, por ejemplo... Y lo que vendrá, según cómo nos habituemos a vivir con esta experiencia"
Este tema del cuerpo es mucho más que el alcohol en gel y barbijos. Fabiola nos invita a pensar: La comunicación virtual, por ejemplo, tiene sus particularidades; ya nos llenamos de emoticones, memes, virales, forobardos, y esto se potencia con la cuarentena y aislamiento. "O cuándo hablamos por videollamada, que no miramos al otro sino que vemos cómo estamos saliendo nosotros y qué ven los demás de nuestro entorno", agrega la antropóloga. ¿Habías notado estos cambios?
La información también llegó de la mano de los hábitos de consumo. "Por ejemplo, pudimos ver que podemos sobrevivir con menos cosas materiales, o que las personas ante la imposibilidad de ir al mercado, querían hacer sus huertas en casa, por ejemplo", explica Heredia. Y las marcas tuvieron que adaptar sus mensajes al conexto. "Las empresas capitalistas necesitan a sus consumidores, y los quieren vivos para eso... Nos pensemos en este mundo; la experiencia de consumo que tenemos está en desequilibrio", agrega.
¿Sacaremos algo bueno de todo esto?
¿Esta experiencia nos hizo mejores o peores como sociedad? Vimos ollas populares, actos virtuales de visibilización de las condiciones de pueblos originarios, gestos de solidaridad entre personas, nos cuestionamos la bandera del orgullo de la diversidad colgadas en mástiles, los femicidios y travesticidios en cuarentena y planteamos la importancia de la economía popular y los negocios barriales... ¿Es eso una buena señal?
" No es que la pandemia repercutió en estos espacios; sinó que con la crisis se 'subraya' y agudiza lo que ya está pasando", explica Fabiola. "Uno puede pensar desde lo doméstico como vive la crisis; con quienes vivimos, si alquilamos, si tenemos redes, acceso a instrucción, si había problemas en la pareja, nuestras posibilidades... Vemos el resultado de muchas decisiones de nuestra vida y condiciones materiales, y notamos cómo nos repercutieron".
"Las buenas y las malas condiciones se agudizan", remarca. Y aquí no podemos menos que pensar las y los profesionales de la salud amenazados, los femicidios, los travesticidios, los sectores populares sin acceso a insumos y derechos básicos, y las brechas que la tecnología y la conectividad evidenciaron en campos como por ejemplo, el educativo. Es decir, que como toda crisis, sí había algo que no queríamos ver... Lo siento, ahí es.
La nueva anormalidad
Las cosas se ven con el tiempo. "Pensemos en la época de la dictadura cuándo desaparecía un amigo y pensaban que estaba escondido, con identidad clandestina... Y después cuando pasaron los años, resulta que era un plan de exterminio sistemático llevado adelante por el Gobierno. ¡Lo supimos muchos después! Y hay relatos de las abuelas que compraban regalos para esperar a sus hijos durante años", explica.
Y así como la dictadura y el entendimiento de lo que realmente fue y significó dio paso a los Derechos Humanos y al Nunca Más, en la post pandemia, quizás veamos algunos cambios estructurales y psico sociales, que con suerte, serán positivos e inclusivos para la humanidad. ¿Qué pensaremos y concluiremos de lo que ahora estamos viviendo, dentro de diez, treinta, cincuenta años?.
"Quizás... ¿Qué seremos capaces de configurar con el tiempo a partir de esta experiencia? Y desde la corporalidad; ¿Qué idea de nosotros vamos a generar y cómo va a impactar en nuestro proceso de crear identidad?"
Fabiola intentará indagar desde la antropología en la "nueva anormalidad". ¿Por qué lo define así? "No existen las normalidades para pensarnos como sociedades, a lo sumo existen tranquilidades que necesitamos para creer que el mundo va en un determinado sentido... ¿pero hay algo que se pueda clasificar bajo la categoría de 'normal'? Nada, menos la experiencia humana", explica.
El Museo de Antropología
Como a todas las instituciones, el museo atravesó el proceso de modificar las actividades al entorno virtual, mientras siguen trabajando y preparando los protocolos de seguridad para el retorno. "Es una cuestión difícil; porque en este contexto de lo virtual significó tener la alerta y la previsión de que no estamos abarcando a un montón de gente que no tiene acceso a la conexión y las redes", se sincera Heredia.
Es cierto que todo lo que se produce, genera algún tipo de exclusión; algo que desde el Museo intentaron abordar con cartillas educativas, charlas virtuales de "Antropología desde casa", ciclos de participación con las y los investigadores del museo.
Pero, si querés conocer más de lo que hacen y tener el listado de actividades, te dejamos el Facebook del Museo de Antropología. Y si ya te dio curiosidad la carrera, acá hay más información de la UNC.
*Directora del Museo de Antropología de Córdoba.
Foto: Tramas
Fuente: Punto Ciego