“Una conducta le
parece familiar: descubra que es algo insólito. En lo cotidiano, discierna lo inexplicable. Detrás de la regla
establecida, descubra lo absurdo” Brecht, La excepción y
la regla
Volver natural lo que no lo es, constituye una
falacia porque vivimos en la cultura y eso nos diferencia del mundo animal.
Somos los únicos seres capaces de simbolizar, es decir, pensarnos a nosotros
mismos y al mundo y traducirlo con signos, lingüísticos u otros.
Cuando Magritte pintó una pipa y tituló el
cuadro ‘Esto no es una pipa’ se armó un gran revuelo. Sin embargo, era así:
había hecho su representación de una pipa. Del mismo modo, lo que vemos en una
pantalla no es la realidad sino una representación de algo que ocurrió o, a
menudo, una edición que tergiversa los
hechos.
“Michel Foucault, Gilles Deleuze, Félix Guattari
y Jacques Donzelot, […] le dan al discurso un papel central( pero) optan por el desarrollo de la relación entre
el poder y el conocimiento.
Esa
relación involucra lo discursivo, pero también elementos no discursivos, lo
dicho y lo no dicho, que se articulan en los dispositivos o aparatos que,
para Foucault, por ejemplo, constituyen un cuerpo social como conjunto
heterogéneo: discurso, instituciones, formas artísticas, normas represivas,
medidas administrativas, elaboraciones científicas, proposiciones morales o
filosóficas, etcétera “ Lilia
Junqueira
La relación entre poder y conocimiento aludida
en la cita anterior, nos lleva a analizar algunas de las expresiones que están
en nuestro cotidiano.
La repetición de la frase “Se robaron todo” la
convirtió en un axioma referido a un gobierno y
encarnada en una persona.
Los otres serán ‘el enemigo’ y automáticamente
y sin mediar ninguna otra razón, se le adjudicará a quien no la comparta, connotaciones
negativas. De esta manera se logra justificar
medidas que van minando la industria nacional, el empleo, el salario y el
país sufre un endeudamiento que afectará a varias generaciones.
Por otra parte, los medios hegemónicos difunden falsas noticias que después no desmienten ; quedan
instaladas en el imaginario social y obliteran la posibilidad de analizar, es
decir, pensar, es decir, establecer relaciones.
Los ‘últimos momentos’ en los programas
producen ansiedad y la sensación de que todo el tiempo se está bajo amenaza. A esto se agrega poca
argumentación, muchos gritos y descalificaciones entre panelistas o en las redes.
Es común en la TV la repetición de frases
hechas. Se estigmatiza a personas e ideas apelando a los prejuicios de las
audiencias. Asimismo se repite una sola imagen decenas de veces: el efecto de
sentido es la percepción de que no es el mismo hecho, sino muchos. De allí al miedo y del miedo al pedido de
mano dura.
En estos días los diarios titulan que ‘el
gobierno dio marcha atrás con las cuotas extras de gas’ y, otra vez, la ‘gente’
se ‘tranquiliza’. Aquí funciona algo del pensamiento mágico porque parece
haberse resuelto un problema de un momento para otro: lo cierto es que la ‘compensación ‘ a las empresas la
haremos todxs : lo pagará el Estado con
el dinero del pueblo. Otro ejemplo, el Senado aprobó por unanimidad que la
comida que descartan los supermercados,
los restaurantes, etc. sea donada para que coman los indigentes. Qué se
instala? El gobierno se está ocupando. Mientras
tanto, el Congreso sigue sin promulgar la emergencia alimentaria.
El criterio de verosimilitud frente al
de verdad impone lo que se ha vuelto creíble más que lo que es verdad comprobable. La utilización del cuantificador absoluto ‘lo dice todo el mundo’ refuerza este mecanismo de dar crédito a lo que no suele ser
verdadero.
Los clichés también apuntan a encubrir. Por
ejemplo, el signo ‘jubilado’ se asocia con el verbo ‘ser’ cuando en
realidad es un ‘estar’. A partir de allí, se da como sinónimo ‘los abuelos’
así, en masculino. Esto produce diversos efectos de sentido: quien se jubila
pasa a una categoría de ancian@, de persona que no sabe manejarse con internet,
de mujeres dedicadas a los nietos y hombres
reunidos en alguna plaza para conversar; se sobrentiende que toman
muchos remedios y, en definitiva, se opera desde la paradoja: vulnerabilidad - derechos vulnerados.
“Hablar de discurso social es abordar los
discursos como discursos sociales y, a partir de allí, como discursos históricos”
[…] enorme masa de discursos que hacen hablar
[…] y llegan al oído del hombre en sociedad, […] este vano rumor donde se encuentran los lugares
comunes de la conversación y las bromas de café, los espacios triviales de la
prensa, del periodismo, de los doxígrafos de la opinión pública, así
como las formas etéreas de la búsqueda estética, la especulación filosófica y
la formulación científica donde existen los eslóganes y las doctrinas políticas
que se enfrentan estruendosamente como los murmullos periféricos de grupos
disidentes”. Marc Angenoc, El discurso
social
Es interesante el término ‘rumor’ porque la
‘gente’, constructo social para aludir a quienes se manejan por el sentido
común (leáse el sentido que impera) es como un ruido insidioso que va
acostumbrando el oído con un repertorio de frases reiteradas que se van diseminando en una
suerte de contagio.
Si nos remitimos al signo fotográfico, también
estamos frente a una ilusión de realidad, ya que la recepción de un signo
fotográfico depende del contexto y de los saberes del receptor. “El signo
fotográfico sigue siendo un gran signo
salvaje intermitente […] siempre diferente e inédito para cada receptor”. Schaeffer, Jean Marie
Cuando alguien muestra la foto de un ser
querido y afirma ‘ éste /a es mi hijo/a’ , por ejemplo, no cabe decirle que no,
que lo que muestra es una representación, un enfoque, una pose elegida ,
etc. No tendría importancia en ese caso.
Pero cuando nos referimos a la imagen televisiva
o las que se reproducen en las redes, esa representación comprometa una mirada
sobre los hechos.
De todas maneras hay algo inasible, los universos emocionales,
que dejan un amplio espacio para el análisis de los signos como representación.
“[…] existe
en toda cultura, entre el uso de lo que pudiéramos llamar los códigos
ordenadores y las reflexiones sobre orden, una experiencia desnuda del orden y
sin modos de ser”. M. Foucault, Las palabras y las cosas
Vale dejar abierto un tema fundamental: la
relación necesaria entre la palabra y el silencio.
Demasiado ruido y pocas nueces alimentan el imaginario colectivo. “ Hablar es ante todo callarse juntos para poder escucharse. […] El silencio es ese momento de suspensión donde la idea sigue su camino …” P. Breton – D. Le Breton, El silencio y la palabra contra los excesos de la comunicación