• 21 de noviembre de 2024, 6:50
Inicio | Política

Crónica de una muerte anunciada

Por Jorge Elbaum*

                                                     Apuntes de sociología militante


Cronos, en la mitología griega era un titán descendiente del Cielo (Urano) y de la Tierra (Hera).  Derrocó a su padre y gobernó la vida hasta que los dioses del Olimpo lograron recuperar el poder y vencerlo. Cronos terminó en el Tártaro: una especie de prisión ubicada en el inframundo, cerca del centro de la tierra. 

Los diferentes relatos sobre Cronos sintetizan los conflictos entre aspectos de la realidad que son tematizados y privilegiados en la historia de la filosofía y en la política. La prevalencia de lo territorial, lo geográfico (Hera) por sobre el cielo, las utopías, los sueños, el deseo (Urano) se enfrenta en ocasiones al dictatum del tiempo. Ese es, probablemente, el sino del momento: el macrismo ha completado una vuelta de 360 grados en el período acordado para su gobierno. En 4 años, luego de pagarle a los fondos buitre, de abrir las importaciones en forma desaforada, de enriquecer a su familia y sus amigos, de blindarse con los comunicadores hegemónicos, de someterse a los dictados internacionales de Washington, de endeudar estrepitosamente a la sociedad y al Estado, de destruir la integración regional y de deteriorar los salarios, se completa un ciclo cronológico que finaliza con su impronta previsible. 

Como bien se expresó en estos días, el gobierno macrista no fue un fracaso; fue un saqueo exitoso. El disciplinamiento social necesitaba quebrar las piernas a un pueblo movilizado. Requería perseguir, encarcelar y criminalizar a sus referentes más respetados para destruir un ciclo caracterizado por el engaño institucionalizado y la concentración de la renta por parte de los sectores concentrados. 

El neoliberalismo es una doctrina instituida para limitar la capacidad de las amplias mayorías sociales para canalizar demandas y recursos. Es una ideología dispuesta y filtrada al interior del sentido común para dotar a Cronos de un determinismo supremacista: el basamento que le brinda sustento a la denominada Escuela de Chicago (liderada entre otros por Milton Friedman) es la estigmatización de la equidad. La desigualdad, para este enfoque, es deseable, productivo, y al mismo tiempo generadora de progreso. 

Esa impronta –coherente con el racismo inscripto en los pliegues de la historia colonial de nuestro país—se combina con un consabido desprecio de los sectores hegemónicos respecto a las mayorías populares que habitan Argentina. El neoliberalismo sumado al sustento discriminatorio (popularizado en varios periodos de nuestra historia como “gorilismo”) son el sustrato raigal sobre el que se montó la destructiva aventura macrista. 

Para poder perpetrase en el poder, Cronos, se vio en la necesidad de segar al cielo (Urano), impidiendo la diseminación de los sueños, de toda forma de utopía y esperanza, característica de su padre. En ese mismo movimiento impuso una temporalidad lineal, sin cambios ni innovaciones, que terminó desafiada por uno de sus hijos, Zeus, quien logró encerrar a Cronos en el inframundo de Tártaro. Cronos pretendía convertir el tiempo en una repetición, en una cotidianidad plana carente de conflictos y de tensiones. Su hijo, Zeus, interactuaba con los humanos y entendía la vida como un liar de conflictividades y cortes temporales. En cronos había linealidades. N el Olimpo luchas, conflictos y rupturas del tiempo. 

El neoliberalismo ha utilizado 4 años para (intentar) cambiarles el alma a los argentinos. Consideró que el tiempo iba a jugar a su favor. Que el blindaje marketinizado d los medios y el bombardeo ideológico del sentido común imperial serían suficiente impulso (zanahoria) para hacer tabla rasa con la historia. El PRO creyó que Cronos podía hacer tabla rasa de la memoria del 17 de octubre. Que se podía difuminarse de las estructuras simbólicas de la sociedad el Cordobazo. Que era posible enterrar de una vez por todas a 30.000 compañerxs, a las Madres, las Abuelas y los Hijos. No pudo. Zeus conoce a la especie humana porque interactuó con ella en sus furtivas vistas a espalda de Hera. Siempre conjeturó que de las reservas de dignidad y desafío que caracterizan a muchos de lxs humanos podían despertar la admiración, el perdón y la envidia de los dioses 

 El tiempo ha terminado para Macri. Y su futuro está en el inframundo de la historia de nuestra Patria. El daño que ha generado sólo empezará a ser cuantificado con precisión luego del 11 de diciembre.

Habrá que garantizar que los impulsos tanáticos que lo llevaron a engendrar el PRO –junto a su tribu de CEOS admiradores de los variados becerros de oro— no logren recuperar esa inmensa capacidad de destrucción que han ejercido. Según la mitología griega, el Tártaro estaba custodiado por gigantes de 50 cabezas y 100 brazos, llamados Hecatónquiros. Al fin y al cabo, nos enseña la imaginación mitológica, sólo se necesitan cabezas y brazos para evitar la recurrencia, en el futuro, de esta pesadilla. 

* Periodista- Sociólogo- Escritor, Dr. en Ciencias Económicas.


Fuente: Liliana López Foresi

Política