• 29 de marzo de 2024, 4:17
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COVID19 y pensarnos como comunidad

Por Daniel Feierstein*

La parábola bíblica de José el soñador nos habla de la existencia de un pueblo que planifica colectivamente su futuro. Tratar analizar cómo el COVID 19 desnuda el quiebre de la posibilidad de pensarnos como comunidad.

 El hecho de que José interpretara el sueño del Faraón como siete años de bonanza y luego otros siete de malas cosechas le permite al pueblo egipcio ahorrar (acumular) en los siete años buenos para poder subsistir los siete años malos. De eso se trata una comunidad

La cuarentena (herramienta muy antigua) pudo llevarse a cabo con esa lógica, en sociedades más pobres q las nuestras. Ante la aparición de un virus desconocido, se detenían todos los movimientos hasta conocer más y se vivía de lo que se había acumulado... ¿qué pasó esta vez?

No podemos decir q la humanidad no ha acumulado suficiente riqueza para poder protegerse unos meses y averiguar el nivel de letalidad del virus, conseguir la vacuna o conocer más acerca de las secuelas. Jamás hubo tanta acumulación de riqueza y capacidad de producción como hoy

Sin embargo, el 1% de la población que acumula dicha riqueza decidió que no estaba dispuesta a desprenderse de nada, aun si implicaba que murieran millones de personas, incluidos los propios miembros de su familia. Y no, ese 1% no son "los políticos"...

Algunos países (entre ellos el nuestro) amagaron con un primer intento de cuidado, pero duró bastante poco. El show del capitalismo debía continuar y eso ha quedado claro a límites absurdos como la actual apertura de bares y restaurantes en el momento de pico en subida en AMBA

Agradezco a Carlos Stortz por pasarme los números de muertos por millón, que muestran que en la última semana nos hemos colocado cuartos en el ranking mundial (4,76 diarios, sobre base de promedio semanal.), aunque pronto disputaremos no solo el puesto semanal sino también el de muertes acumuladas

Agradezco a Jorge Luis Aliaga por facilitarme los globales que ubican a Argentina en 177 fallecidos por millón (ya en el top 20 y subiendo) con un pico de 667 en la Ciudad de Buenos Aires (sí, ahí donde abrieron los bares y restaurantes)

Pero no se trata de un fenómeno argentino. Hubo directamente países sin cuarentena (Brasil), aperturas pese al rebrote (España, Reino Unido). Han sido muy pocos los países dispuestos a cuidar a su población distribuyendo algo de lo acumulado (N. Zelanda, Australia, Noruega)

A esta altura ya podemos decir que la decisión general (pese al reproche inicial a Trump o Bolsonaro) ha sido justamente la de Trump y Bolsonaro: cuidar a la población resulta muy caro y no se puede detener la máquina de producción de riqueza

Lo sorprendente no solo es la decisión de los gobiernos sino la convicción general acerca de la imposibilidad de tocar la riqueza más concentrada para cuidar a la comunidad y la percepción de que nuestros hábitos no pueden ser modificados ni siquiera ante el riesgo de muerte.

* Investigador CONICET, Profesor UNTREF y UBA

Fuente: Twitter

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