Ahora estamos en los 6000 casos diarios con 150 muertos. Hace 14 días eran unos 3000.
Todos conocemos infectados y, muchos, muertos por Covid19. Pasaron dos semanas.
En esas dos semanas, una fue de teórica fase 1, es decir aislamiento completo con solo trabajo esencial y la otra de apertura alegre y progresiva.
Las razones por las que se abre y cierra y vuelve a abrir y cerrar ya no son sanitarias. Los políticos se resignaron a que es más importante mantener el consumismo capitalista globalizado que liderar una sociedad seria, que piensa en la vida de sus componentes.
Hablo de liderazgo porque soy especialista en terapia de grupos y terapia familiar. Conozco del rol grupal que tiene el líder.
El líder obtiene su poder para organizar las tareas del grupo, o la sociedad en este caso, de los componentes de la misma. Esos componentes tienen un deseo común muy vago que es el de estar mejor. El líder es aceptado porque promete que les dará ese bienestar. Al ir avanzando la relación entre el líder y los componentes de la sociedad, este líder debe poder ir acotando y definiendo cuál es el verdadero deseo de los componentes. Si lo logra, pasa a la siguiente etapa en que propone las tareas para alcanzar los objetivos deseados.
Hay otros roles en los grupos; el que apoya al líder, el que apoya las tareas, el que propone otros objetivos y compite con el líder, el que boicotea las tareas, etc.
Evidentemente nuestro presidente pudo definir el objetivo (la vida) y la tarea (el ASPO) los primeros 15 días de los 120 que llevamos de "terapia" (cuarentena). Después de eso, su liderazgo fue desafiado por Larreta que propuso como objetivo la mejora económica, la distensión picológica y la alegría de los encuentros. La tarea fue la apertura paulatina.
Bien, aquí estamos, a nadie le importan los contagios y los muertos y si la economía y la alegría. Larreta, como representante de las ideas de derecha ha ganado el liderazgo. Hay un nuevo líder real de derecha dentro de un sistema formal democrático de centro izquierda o progresista.
El caos sanitario y la montaña de muertos están a la vuelta de la esquina (un par de semanas).
Un pésimo error de liderazgo se ha impuesto. Otro líder ha surgido con otras ideas. Yo, que soy médico, no puedo más que lamentarlo y prepararme para atender a los afectados por la nueva y mortífera situación.
*Psiquiatra y psicoterapeuta. MN 50.520.
Foto tomada de Perfil.