“Se te ha indicado, hombre, qué es lo bueno y qué exige de ti el Señor: nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu Dios”. (Miqueas 6,8)
Como Grupo de Curas en la Opción por los Pobres creemos que el sufragio electoral es un hecho importantísimo en el camino de la construcción democrática. Es por esto que nos animamos a puntualizar algunos aspectos que nos parecen ineludibles a la hora de pensar nuestro voto en el cuarto oscuro en las próximas PASO:
1. Un proyecto de país: asistir a una convocatoria eleccionaria no es un simple elegir rostros o slogans de campaña. Es necesario respaldar candidatos que garanticen un proyecto de país donde todos y todas estén incluidos e incluidas. Un país para todos poniendo especial atención en los sectores más pobres y postergados. Un proyecto que no sea una simple expectativa de futuro, sino que garantice en el hoy la vida digna de los más vulnerados y vulnerables. No es posible seguir pidiendo esfuerzos al pueblo mientras una minoría se enriquece de manera inescrupulosa: mientras hay hermanos que mueren de frío en nuestras calles, los bancos declaran ganancias escandalosas en el primer semestre de 2019. La soberanía política, la independencia económica y la justicia social, son banderas vigentes también hoy.
2. “Lawfare” o “guerra jurídica”. Nos hacemos eco de una preocupación del Papa Francisco, expresada en una reunión con los jueces panamericanos el pasado 4 de Junio en Roma: una nueva forma de intervención exógena en los escenarios políticos de los países a través del uso indebido de procedimientos legales y tipificaciones judiciales; la cual además de poner en serio riesgo la democracia de los países, generalmente es utilizado para minar los procesos políticos emergentes y propender a la violación sistemática de los derechos sociales. Creemos que nuestro país debe volver urgente al respeto de la Constitución y a la independencia y democratización del poder Judicial. Nos parece peligrosa la erosión que se está haciendo sobre la credibilidad tanto del poder judicial como de la política como instrumento de transformación. Esto afecta directamente la posibilidad de una vida democrática.
3. Presos políticos: como un desprendimiento del párrafo anterior nos sigue preocupando la injusta prisión de Milagro Sala y de otros militantes políticos y sociales. En un proceso democrático es un escándalo la existencia de detenidos por causas políticas o por expresar su protesta. Junto a este clamor, es urgente la reforma del sistema penitenciario y carcelario donde se hacinan presos y presas, en general jóvenes y pobres, sin el acompañamiento legal necesario.
4. El cuidado del trabajo y el sistema jubilatorio: la coalición gobernante desde 2015 ha militado sin descanso por la precarización del sistema jubilatorio y la búsqueda de la flexibilización laboral. No podemos asistir de manera silenciosa al deterioro de los haberes de nuestros jubilados y jubiladas con eufemismos como “reparación histórica”: el vaciamiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES ha dejado en extrema vulnerabilidad a quienes, de por sí, son ya de los más vulnerables (y vulnerados) de nuestra sociedad, disminuyendo sus expectativas de vida. Tampoco podemos permitir la pérdida de derechos laborales y niveles salariales que, como sociedad, hemos sabido conquistar a través de tantas luchas legítimas en favor del pueblo trabajador. Nos preocupa, en este sentido, la campaña de difamación de los sectores sindicales (incluida la operación televisiva de novelas que identifican corrupción con actividad sindical).
5. La tentación de la militarización: el anuncio de un “Servicio Cívico Voluntario” administrado por la Gendarmería Nacional nos espanta (todavía la muerte de Santiago Maldonado pide ser esclarecida). Lo vivimos como una nueva provocación de la ministra de seguridad y no deja ser una nueva propuesta en la línea de preferir “mano dura”, “cárcel”, “gatillo fácil”, “cuarteles” y “armas” a una patria que precisa de más espacios educativos y deportivos para nuestros jóvenes, de expectativas laborales reales, en lugar de salidas laborales “rápidas” que lo único que promueven es la represión de los pobres por los mismos pobres. Una vez más diferimos del pensamiento del obispo castrense.
6. El clamor de la tierra: no es original de nuestra parte advertir la necesidad de escuchar “el clamor de la tierra”. Los negocios de las grandes empresas que explotan sin límite los recursos naturales con la anuencia de nuestros gobiernos ponen en riesgo nuestra “casa común”. Es hora de detener este saqueo antes de que sea demasiado tarde.
7. “Tierra, techo y trabajo”: este lema del encuentro del Papa con las organizaciones sociales marca, de alguna manera, un horizonte programático para los próximos años en la Patria. El acceso a la tierra para todas y todos, el techo digno para todas nuestras familias y el trabajo que asegure la vida digna de nuestro pueblo: deben ser estos los lineamientos del próximo gobierno. En el próximo proceso elecccionario es la vida del pueblo, y especialmente la de los pobres, la que está en juego.
Secretariado del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
22 de julio de 2019