• 21 de noviembre de 2024, 6:55
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El cuerpo y el gesto

Por Ana Pérez del Cerro*

G. Deleuze rescató los artículos de André Haudricourt, un ingeniero agrónomo notable que nunca publicó libros y que influyó en el concepto del devenir deleuziano, en especial, uno que apareció en la revista L’homme, en 1962: “Domesticación de los animales, cultivo de las plantas y tratamiento del otro”. Posteriormente, Derrida va a deconstruir el binomio hombre – animal en el que el logocentrismo de Occidente plantea una parte subordinada a la otra.

Haudricourt desarrolla la idea del gesto, no como figura, sino como un signo contextualizado que pone en relación el cuerpo biológico, lo psicológico y lo social. “ Los gestos son para Deleuze, modos de relación” […] y lee a Foucault pensando al hombre más en términos de gestos que de figuras”. […] Desde esa perspectiva se entiende el pensar como un gesto del afuera que se pliega y fuerza un pensamiento” ( Marie Bardett, Hacer mundos con gestos, 2019).

El pueblo frente a las vallas en Recoleta y las fuerzas de choque preparadas para actuar, fue un acontecimiento inesperado que se traduce en la dicotomía resistencia – represión. “El afuera se pliega, y en la medida en que se pliega […] introduce lo impensado en el pensamiento” (Marie Bardet, op.cit., p.91).

La escena muestra la rigidez de los uniformados, la tensión de los dirigentes de la oposición y lo flexible y cambiante de quienes se manifestaban.

Vemos un universo de gestos, cuerpos que hablan, lo erótico y lo tanático, discursos desde el amor, desde el humor, desde el pedido de justicia frente a discursos sobre el orden, la tranquilidad y la no violencia que contradecían los cuerpos en el gesto de la espera y del ataque.

Cuerpo de infantería – cuerpo social – cuerpo presente – poner el cuerpo…

“Sin minimizar la morfología de la pierna para un estudio de la caminata, tal vez podríamos sacar más ventajas del análisis de los movimientos efectuados. Según Mauss, podríamos observar el cuerpo parado, caminando, la respiración, el ritmo, el balanceo de los puños, de los codos, la progresión del cuerpo hacia adelante o no, el avance de ambos lados del cuerpo alternativamente, el caminar los pies para afuera o para adentro…” (Bruno Kersenti, Técnicas del cuerpo y normas sociales, Revista Ímpetu, 2013).

[…] “la perspectiva que abre Haudricourt permite articular dimensiones erróneamente escindidas , […] cuerpos tomados  como sistemas de relaciones materiales e inmateriales fuertemente vinculados a su medio…” ( Marie Barder, op.cit.,p.90 -91).

Observar los gestos producto de cuerpos en situación, puede ser el punto de partida para el análisis de la violencia institucional, recurso que intenta domesticar, adiestrar, como les hombres hacen con los animales.

La estrategia de Derrida consiste no tanto en devolverle al animal lo que se le niega, sino en mostrar que lo propio del hombre, aquello de lo que se dice que el animal estaría privado, aquél no lo tiene con tanta seguridad y pureza como se pretende” ( Jorge Martín, Derrida, los animales y la modernidad, Umbrales filosóficos, 2017).

Si volvemos a Deleuze, podríamos ver en la escena de fuerzas de choque y fuerzas de manifestación, el signo de lo molar frente a lo rizomático , es decir, lo instituido de un sistema que captura el deseo, frente al fluir exuberante del deseo en los gestos del pueblo.

*Semióloga 

Foto: Franco Fafasuli

 

 

Fuente: Liliana López Foresi

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