Un análisis pormenorizado de la progresiva degradación de dos instituciones
Eppur si muove (y, sin embargo, se mueve)
Galileo
Galilei
Al célebre astrónomo
y físico de la toscana italiana se le atribuye haber pronunciado, después de
abjurar de la teoría heliocéntrica copernicana ante el Tribunal de la Santa
Inquisición, la frase hoy emblemática de los defensores de la verdad científica
que figura al inicio de esa nota. La discusión histórica no pasa por si la pronunció o no,
sino si lo hizo en el alegato durante el juicio o tiempo después. De cualquier
manera, dicen los que lo conocieron, su actitud confrontativas con las verdades
de la fe y las concepciones aristotélicas sobre la verdad científica, la hacen
absolutamente verosímil. Como la torre de su ciudad natal, Pisa, se inclinó un
poco para buscar una nueva posición de equilibrio pero no se cayó.
Seguramente que
Agustín Zbar, el presidente de la AMIA con licencia por tiempo indeterminado en
el cargo, por ahora, no figurará en la historia como el célebre científico del
Renacimiento. Pero en su carta de pedido de licencia deslizó unas palabras que,
bien leídas, siguen sosteniendo lo medular de la carta que la AMIA le mandó a
la DAIA solicitándole se retire como querellante de la reabierta causa por encubrimiento
contra CFK y otros, que se origina con la denuncia del ex fiscal Alberto
Nisman.
Veamos qué opinaba
Agustín Zbar antes de presentar el pedido de licencia. En un reportaje que le realiza Luis
Novaresio por la radio La Red el 1° de febrero de este año declara lo
siguiente: “…en este caso la DAIA avanzó
sola sin la AMIA. Desde el inicio la AMIA le dijo que no era adecuado para la
comunidad judía ser parte de esa querella y la DAIA siguió y nos pareció que llegó el punto en donde era necesario
expresar esto de manera formal…y se lo comunicamos a la DAIA…” ¿Por qué
llegó el punto? ¿Tenían alguna data que la causa en el juicio oral se
derrumbaba? ¿Trataron que la advertencia sobre las consecuencias de un fallo
desfavorable sea más contundente y a su vez más receptiva para una nueva CD de
la DAIA asumida hace dos meses? Dejemos abiertas las respuestas. [1]
Más adelante, ante la pregunta del periodista sobre por qué la
comunidad judía no tiene que litigar en relación al Memorándum con Irán
responde: “…creemos que (la firma) fue
una decisión muy mala de política
exterior argentina… por eso decimos que no corresponde a la comunidad judía
litigar por esa decisión política de
firmar un tratado con Irán…no es la comunidad judía la que la tiene que
impulsar sino las instituciones de la Argentina.”
Preguntado sobre por qué no ser querellante, después de explicar el
carácter de particular damnificado que debe tener el querellante, continúa: “Nosotros consideramos que esto no fue particularmente en perjuicio de
la comunidad judía sino la Argentina, entonces no puede ser la comunidad
judía la que encabece este litigio, no nos parece que corresponda, por eso la
AMIA nunca participó de este litigio.”
Novaresio sigue tratando de sacarle a Zbar algo que lo ponga en
situación de coincidir con la DAIA. Ante tanta reiteración, Zbar dice en final
de la entrevista: “El Memorándum de
Entendimiento con Irán fue un tratado internacional firmado por el gobierno de
la presidente Kirchner y ratificado por el Congreso Argentino. Nosotros
decimos…esto es la discusión política
que la Argentina se debe y no corresponde a la comunidad judía tomarse ese
liderazgo…lo venimos diciendo hace muchas años, no lo dijimos la semana pasada
solamente”.
El delito esquivo
Al final del reportaje, ya sin el entrevistado al aire, Novaresio no pudo
ocultar su decepción por no haber podido hacerle decir a Zbar que la firma del
Memorándum constituía un delito. Más claro, agua de manantial. Lo que está
diciendo Zbar es que la firma del Memorándum fue una decisión política del
gobierno anterior y que el ámbito de su juzgamiento no son los tribunales sino
una discusión política que la Argentina
se debe.
Zbar –un entusiasta
impulsor de las causas que declararon inconstitucional el Memorándum y la que
califica como asesinato la trágica muerte de Alberto Nisman- en la causa por
encubrimiento generada por la denuncia del ex fiscal, como presidente de AMIA y
antes como abogado de consulta de la institución, decide hacer recorrer a la
Mutual una camino distinto a la DAIA. Como un experimentado profesional supo
distinguir entre la validez jurídica y la eficacia de un tratado y la
existencia de un delito con la firma del mismo. El gobierno de Cambiemos y el
establishment comunitario no se lo perdonaron. Menos aún en un año electoral
donde el oficialismo pretende que la campaña se instale en Comodoro PY
Volvamos ahora a la
carta donde pide licencia por tiempo indeterminado, Dice en la carta: “Entendí
erróneamente que era mejor para preservar a la comunidad de una contienda política de orden nacional, que esa causa en etapa
de juicio oral prosiguiera sin la participación de la comunidad como
querellante”. Si bien admite que fue un error considerar que era mejor no
actuar en el juicio oral como querellante, sigue afirmando que la causa forma
parte de una contienda política de orden nacional. En otras palabras si es
político no es judiciable y si no es judiciable tiene alta probabilidad de
recibir un fallo adverso en el juicio oral con las consecuencias que esto significa.
Es una manera, en depurado lenguaje florentino, de decir “No, pero sí”
Todo el resto de la carta con el mea
culpa inquisitorial, refleja la tremenda presión que se ejerció para
alejarlo de la escena.
Otro tanto ocurre en la carta
que la AMIA, ya con Zbar “licenciado”, le envía a la DAIA solicitando retirar la carta anterior.
El tono de la carta refleja también la enorme presión que el gobierno y
sus operadores en la colectividad judía ejercieron sobre esa institución y en particular sobre la cúpula del Bloque
Unido Religioso (BUR) para que den marcha atrás. Llegaron al colmo de señalar
que Zbar recibió dinero o promesas de futuros cargos políticos de parte de
altos funcionarios vinculados al gobierno anterior o que como el cementerio judío
de La Tablada está en el municipio de la Matanza donde gobierna el kirchnerismo
la AMIA fue amenazados no se sabe con qué para que le pidan a la DAIA que
retire la querella.
La carta está llena de inexactitudes y confusiones, llegando al colmo
de pasar por alto que la carta anterior tiene un párrafo donde se dice “Nos
dirigimos a Ud. para informarle que en
la última reunión de la Comisión
Directiva celebrada por la AMIA el día 15 de enero del corriente año se han
tratado diferentes aspectos que hacen al vínculo entre nuestras instituciones.
Luego de un intercambio de ideas quedaron plasmadas en forma unánime distintos
aspectos de las estrategias de vuestra institución sobre las cuales tenemos
observaciones que detallamos a continuación: “…tratando de cargar a Zbar la
responsabilidad única de la misiva. Más adelante dice: “La carta enviada a la DAIA no pidió -ni insinuó bajo ningún
punto de vista- abandonar la
investigación en curso por la firma del Memorándum, ni trató de desligar
responsabilidades del expresidente Cristina Fernández de Kirchner en el
presunto delito de acción pública cometido. Sólo se solicitó que se continuase con la investigación de la causa,
que ya fue elevada a juicio oral, sin el rol de querellante de
la DAIA, para que sean los poderes del Estado, y no las instituciones
comunitarias, quienes asuman el compromiso por continuar el proceso”.
Deriva sin retorno
Aquí podemos apreciar dos cosas: a) Cuando una causa se eleva a juicio oral, la etapa de instrucción, que es donde se investiga, está terminada. Por lo tanto la primera carta de la AMIA en ningún momento pidió abandonar la investigación sino retirar la querella en el juicio oral. Mal intento de justificación. b) Se vuelve a ratificar que sean los poderes del Estado los únicos que actúen el juicio oral. De esto no vuelven atrás. En otro párrafo dicen: “La preocupación por mantener la causa AMIA alejada de intereses partidarios y por evitar que la misma sea utilizada con fines electorales, además de la imperiosa necesidad de sostener la autonomía de las instituciones…motivaron un pedido que lejos estuvo de querer frenar la investigación sobre las razones que llevaron a firmar el pacto con Irán”. Otra vez “No, pero sí”. Parafraseando a Galileo: Eppur questo è contienda política nacional